sábado, 18 de octubre de 2008

Buscando una solución



Si te acercas a cualquier pueblo de Castilla en época de laboreo, durante los fines de semana se puede apreciar una actividad agrícola mayor que los restantes días.
De todos es sabido que muchos que dejaron el campo y marcharon a la ciudad aprovechan estos días para seguir labrando las tierras de sus padres ya jubilados.
Con lo que sacan de la cosecha y subvenciones logran un complemento estimable a sus ingresos.
Ante el grave problema de despoblación en estos pueblos yo me pregunto: ¿Si el coche facilita que los de la capital labren en los pueblos porqué viviendo en estos no se puede trabajar en la capital?.
Muchos matrimonios jóvenes que encuentran problemas de empleo y vivienda en la ciudad, creo que si se les diese un lote de tierras comunales, tan abundantes en muchos municipios, lograrían el mismo complemento de sueldo que buscan los citados en primer lugar.
La movilidad que proporciona el coche podría ser aprovechada en ambas direcciones, ya que con las nuevas vías de comunicación en tres cuartos de hora se puede estar en el puesto de trabajo a setenta o más kilómetros.
El problema acuciante de muchos matrimonios jóvenes para encontrar vivienda podría ser mitigado en parte viviendo en un pueblo. Por lo que vale un piso en la ciudad se puede comprar una casa de pueblo, arreglarla convenientemente con todas las comodidades modernas y tal vez todavía alcanzara algo para el principio de una pequeña labranza o huerta familiar.
Con la actual crisis económica, especialmente grave en la construcción, muchos albañiles, si realmente quieren trabajar, podrían vivir en estos pequeños pueblos donde no les faltaría trabajo, como ocurría antes en la mayoría de estos pueblos, en los que un albañil atendía las necesidades de los demás vecinos.
Para que el Estado no dejara perder las cuantiosas sumas que ha invertido para adecentamiento de los pueblos, debería ayudar a estos principiantes con créditos blandos y aconsejar a los municipios tengan la misma igualdad que los demás vecinos.
Ya se está dando algún caso de jóvenes que viven en los pueblos y no tienen ningún problema para trabajar y divertirse en la ciudad, comprando o arrendando casas que todavía están en buen estado de conservación.
Si nos esforzáramos un poco todos para su adaptación, podría ser la solución al despoblamiento rural, muy debatido políticamente por todos los partidos pero con pocas soluciones prácticas para su arreglo.
Abundando en lo que acabo de exponer ¿Por que en España tenemos que ser siempre diferentes? De todos es sabido que en casi toda Europa, principalmente en Francia y Alemania, como naciones más prósperas y representativas, el cultivo de su moderna agricultura se ejerce desde la misma finca donde viven sus propietarios.
Esto no es óbice para que tengan sus casas con todas las comodidades modernas y valiéndose del cómodo desplazamiento en coche, se divierten como el que más en las diferentes capitales o centros comarcales, donde confluyen todos los que viven cercanos en sus respectivas explotaciones.
Otro tanto puede decirse de la nación más rica de la tierra, Norteamérica. Desde su fundación estimaron que la manera más correcta de atender una finca agrícola es viviendo en ella, para estar al tanto de las muchas necesidades que surgen de un día para otro. Si rectificar es de sabios, no veo el menor inconveniente en imitarles y conseguir que la población agrícola este repartida por todo el amplio terreno productivo, contribuyendo con ello a la no despoblación de amplias zonas del territorio nacional.

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