lunes, 22 de diciembre de 2008

EL SILENCIO

El silencio de estos pueblos
en que nos toca vivir
es nuestro mayor tesoro
que debemos compartir

El silencio es apreciado
por los que en las capitales
tienen que ganar la vida
en ambientes no agradables

Con el silencio paseamos
por los caminos del campo
llenando nuestros pulmones
del más puro aire sano

Este silencio nos sirve
para gozar contemplando
el verdor en primavera
y el dorado en el verano

En silencio están también
las plantas ornamentales
que con su flor y perfumes
alivian nuestros achaques


Con silencio se nos brinda
el rojo de la amapola
y el amarillo del rábano
que alegrar la vista logran

El silencio del cementerio
nos invita a meditar
delante nuestros mayores
que allí descansan en paz

El silencio compañero
de nuestro óbito será
cuando al fin de nuestra vida
los años no pasen más

Como estos versos también
deben tener un fimal
con el permiso de ustedes
en silencio, me voy ya.

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