domingo, 15 de marzo de 2009

LA DESAMORTIZACIÓN
















Juan Álvarez Mendez, era el verdadero nombre del que se hiciera célebre con el nombre compuesto de Mendizábal. De familia humilde, origen judío y favorable a los intereses británicos. Fue llamado por el gobierno español como gran economista y político, para poner orden en su quebrada hacienda.
Fue el ponente impulsor de la famosa ley de la desamortización en 1836 por la que suprimió las comunidades religiosas masculinas, pensando que los muchos beneficios que tenían los religiosos y a su sombra muchos hacendados repercutiera íntegramente en las exhaustas arcas del Estado .
Esta ley vino a dar la puntilla definitiva a la ya mermada autoridad de los monjes, atacados desde todos los frentes, con más intensidad por los pobres que se revelaron varias veces.
En una de ellas el Abad de Sahagún se trasladó a San Pedro de las Dueñas para sofocarla, pero fue tal el empuje y rabia de la masa que llegaron a desnudarlo exponiéndole en público ante la plebe exacerbada.
Ante una situación tan extrema a los monjes no les quedaba otro recurso que amenazar con la excomunión a los autores de estos hechos y a los que compraron sus bienes. Entre los creyentes, más bien pobres, haría algún pequeño efecto pero a los adinerados les importó un comino y no desaprovecharon la ocasión para hacerse por poco dinero con buenísimas propiedades.
Citaré a varias familias que vinieron a Sahagún y en complicidad con antiguos burgueses del lugar desvalijaron a la Abadía convirtiéndose en los grandes capitales del lugar.
Por los signos externos que hoy ostentan, creo que la familia Font, oriunda de los Melgares pero con ascendencia catalana, fue una de las principales.
Demostrando su alcurnia se levanta frente a la entrada principal del cementerio de Sahagún un gran mausoleo, algo abandonado, que proclama en su frontispicio el apellido ilustre.
Esta familia, valiéndose de una estratagema pactada entre todos los licitantes, compró después de varias subastas a la baja, el antiguo priorato y hoy caserío de Valdelaguna
por un millón de reales. La extensión de la finca es de 900 hectáreas, mitad de buen monte y mitad de una fértil vega, acaso de las mejores del río Cea.












Otra familia de ascendencia Lebaniega, Los Corral, compraron por similar procedimiento a los monjes franciscanos la Abadía de Trianos. Actualmente la iglesia y lugares anejos están convertidos en pajares y garajes que guardan la maquinaria de un arrendatario de mi tiempo, con el que tenía muy buena amistad y al que compré alguna vez alfalfa cultivada en la estupenda vega que tiene.
Un miembro de la familia Corral vivía en una hermosa mansión que habían logrado hacer remodelando la residencia franciscana, a la sombra de árboles centenarios, con frondosos jardines regados por las muchas acequias que cruzan la finca. En época de estío dan al ambiente una sensación de frescura y bienestar inigualables.
Es digno de admirar el buen gusto y astucia que tenían los frailes para adueñarse de estos lugares, a los que convertían en verdaderos oasis dentro del desértico paisaje castellano.
Otro familiar de estos, Don Gerardo del Corral, del que ya hemos hablado a propósito de la Bodega Cooperativa de Sahagún es dueño de una gran panera y de una gran casona, hecha de hace muchos años y casi tocando con el gran arco de entrada que tenía la Abadía, hoy monumento, que se llama Arco de San Benito.

Tiene esta casona de tres plantas, con grandes salones capaces de albergar una mesa de billar y todas las comodidades que estas casas de acaudalados ricos tenían
También podríamos citar a las familias de los Flórez y los Antón que procedían de Medina de Rioseco, los Triana de Villalón, los Árias de la Bañeza y los Quiñones de León.

Queda claro que acudieron todos los acaudalados de la región, como moscas a la miel, logrando que los ricos se hicieran más ricos y los pobres más pobres, rematando la decadencia de Sahagún y su comarca iniciada años atrás, con las incursiones devastadoras de Almanzor y el saqueo de las tropas napoleónicas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Tiene usted más información sobre la familia Corral o sobre Lucinio del Corral, natural de Sahagún?