sábado, 20 de junio de 2009

DÍA DEL CORPUS EN MORATINOS












Este año de 2009 la familia Villarroel quiso seguir la tradición haciendo un artístico altar a la puerta de su casa.
Bajo un arco de floresta natural y con fondo de bellas alfombras consiguieron el marco preciso para colocar una pequeña imagen. Este conjunto, perfumado con pétalos de rosa, resultó muy
armonioso y dio prestancia a la plaza de este pueblo.
También contribuyó a ello la colaboración, muy estimable, de sus vecinos de la familia González que engalanaron su fachada con colchas antiguas colgadas de sus ventanas.



















En este bello marco nuestro cura D. Santiago organizó la procesión con los requisitos necesarios para esta ceremonia.












Bajo palio acompañamos al Señor por las calles hasta llegar al altar preparado donde nos dio la bendición y entonando cánticos retornamos a la iglesia. No faltó tampoco en la procesión el despliegue del pendón parroquial portado por vecinos del pueblo.
El ayuntamiento también quiso sumarse a la ceremonia con una traca de cohetes.
El paso de muchos peregrinos a Santiago constituye un buen lenitivo para la monotonía reinante en estos pequeños pueblos.
Influye en ello la gran variedad de peregrinos, de las naciones más distantes y remotas de todo el mundo, que con gran afluencia pasan por aquí.
Promovido por la Junta de Castilla y León este año ha querido que las iglesias del recorrido Jacobeo, permanezcan abiertas, como promoción al Camino.
A tal fin se ha tomado el acuerdo vecinal de nombrar un turno diario para tener abierta la iglesia y que puedan visitarla los peregrinos.
Como nota llamativa en este día, se dio la circunstancia que entre los muchos ciclistas peregrinos pasaba nuestro gran campeón Miguel Induráin.










Grande y muy grata fue la sorpresa de todos cuando le reconocimos y abusando de su proverbial llaneza, accedió gustoso a hacerse una foto con nosotros y frente al altar aludido anteriormente.











No menor fue la alegría al comprobar que con Induráin también hacia el camino en bici el gran cantante Bisbal que también se prestó para unas fotos.

Agradecemos especialmente a Igor por haber sacado las fotos que aquí se muestran.
















sábado, 13 de junio de 2009

LOS QUINTOS

En la vida de todo joven campesino había tres fechas clave, la primera pagar la “cuartilla”, de la que ya he hablado como entrada en la mocedad oficial, la segunda entrar en “quinta”, ser formalmente aspirante a soldado y la tercera hacer “la mili”,cumplir el servicio militar obligatorio.
Refiriéndome a la segunda de ellas diré que en este pequeño ayuntamiento de Moratinos, el día del alistamiento de los mozos de reemplazo se celebraba una pequeña fiesta entre oficial y tradicional.
Siempre en la mañana de un domingo, previa notificación, se celebraba sesión extraordinaria de todo el ayuntamiento para proceder al reconocimiento y talla de los quintos. El médico titular efectuaba el registro y recogía en acta cualquier alegación de impedimento que libremente expusiera el mozo, cuya resolución correspondía fallar al tribunal médico militar de Palencia.
En plan festivo desde el balcón del ayuntamiento, como si se tratara de una boda o bautizo, se tiraban almendras y caramelos que eran recogidos con singular alborozo, especialmente por la chiquillería.
En el salón de actos se servía un refresco–vermú a todos los asistentes, incluido el médico y padres de los quintos que quisieran acompañarles en el acto. Como primera paga del Estado, los quintos recibíamos una cantidad indeterminada que dependía de la generosidad del ayuntamiento y como regalo un buen paquete de almendras.
Al ser este ayuntamiento mancomunado con el de Lagartos, pagaban y tenían el mismo secretario. Este, para comodidad suya y del médico, citaba aquí a los quintos de Lagartos que en aquel año coincidió ser el único que había bastantes conocidos y amigos nuestros.

Para celebrar también la fiesta de los quintos en su pueblo de Villambrán, anejo a Lagartos, nos invitó a pasar la tarde con toda la mocedad, y queriendo dar más realce a la visita, nos aconsejó que subiéramos a caballo y él se encargaba de su acomodo.
Como gracia especial del día de los quintos, pues siempre lo hacíamos en bicicleta, nuestros padres accedieron a que llevásemos las yeguas que dos de nosotros teníamos llevando a la grupa al tercer quinto en cuestión.
Con nuestras cabalgaduras un poco más limpias de lo normal, nos pusimos en camino en una tarde primaveral del mes de Abril.
El sol en lo alto hería nuestras pupilas y las yeguas, una con doble carga, al subir las cuestas que en el camino de herradura había, hendían sus grandes cascos con decisión en la tierra y mantenían el paso fuerte y decidido.




Para cortar distancia el camino, en un buen trecho, cruzaba por un monte bien poblado de hermosos robles, que con su sombra y frescura, atraían a un gran número de moscas y tábanos, deseosos de chupar la sangre de cualquier viviente que por él cruzara. Esta circunstancia no fue desaprovechada y tan pronto entramos en el monte, una nube de ellas nos envolvió y las largas colas de las yeguas comenzaron su abaniqueo continuo para espantarlas.
Al cortarlas la crin, para que no se rozaran con el “collerín “en las labores de tiro, sus ojos y lagrimales quedaban indefensos ante el tropel de moscas que nos seguían. Como defensa tenían que, de cuando en cuando, levantar y bajar su cabeza bruscamente para espantarlas .
Cuando más despreocupados íbamos contemplando la explosión de los primeros brotes del roble, un seco graznido casi espantó nuestras cabalgaduras.
Sobre un alto roble, a la vera del camino, revoloteaba un grajo, que al levantar el vuelo sus negras y brillantes alas se destacaban sobre el azul del cielo.
Las vigilantes urracas, que aquí llamamos “pegas”, pronto se dieron cuenta de nuestro paso y graznaban de mata en mata moviendo su larga cola blanquinegra al ritmo de sus continuos saltitos y parece que están condenadas a estar siempre en movimiento. Gran fortaleza física la de estos córvidos que, a pesar de no tener garras ni pico de gancho, no dudan en disputar cualquier presa a rapaces de su corpulencia como el cernícalo, el azor y otros. Por su inteligencia son fáciles de domesticar y aprenden alguna palabra o trozos cortos de música. Su vigilancia es tan efectiva en el campo que siempre son las primeras que se enteran de la existencia de cualquier animal enzarzado o muerto, comiéndose las partes más blandas y sabrosas.
Con su acompañamiento llegamos al final del monte desde donde se divisaba el pueblo en cuya entrada había grupos de curiosos que propagaron la noticia.
Recogidas las yeguas en la cuadra de nuestro amigo, salimos a la era del pueblo donde, su verde yerba destacaba la blancura de alguna “maya” temprana, paseaban dos grandes hileras de al menos quince mozas en cada una. En una de ellas paseaban las mayores, que pudiéramos llamar casaderas, y en la otra las más jóvenes.










Los mozos, también en pandilla , nos cruzábamos con ellas observando el panorama y según nuestro amigo el salir con una chica era casi obligado en todo quinto que se preciara.
Entre las mozas vi a una que había estado de “apañila” en Moratinos. Siguiendo la costumbre del lugar, que era seguirlas los mozos un trecho en el que los nervios de ellas se desataban por la incertidumbre del que las fuera a sacar a pasear. Para calmarse se intercambiaban los puestos con extrema facilidad procurando dejar a los extremos a las que tuvieran novio formal.
Con este nerviosismo tan pronto como tocabas a una en el hombro acompañada de la frase ritual, por favor, abandonaban la fila y seguían a tu lado.
Recuerdo que este ritual desconocido me impactó, así como la gran cantidad de chicas que en este pueblo había y de haberse casado con chicos de por aquí se hubiera logrado el bienestar y futuro de estos pueblos, fracasando desgraciadamente esto por el problema de la emigración.
Acompañé a esta chica con agrado dando varios paseos por la amplia era ya al oscurecer, las parejas se rezagaban como queriendo alargar el paseo, ya que la tarde era buena y daba gusto sentir el oscurecer con una chica agradable.
En una pequeña plaza del pueblo confluían las puertas de entrada a tres casas en las que estábamos “pelando la pava” otras tantas parejas. Como estas entradas servían también para el paso de carros eran amplias, según costumbre de muchos pueblos especialmente en los páramos. Como casi siempre, para facilitar la entrada, estaba abierta la medía puerta y desde esta se veía todo el patio interior con las puertas que en él confluían.de la casa, cuadras y demás dependencias.
Estando en estos menesteres de pareja, vi salir con un farol en la mano a un hombre de buena estatura que con pasos parsimoniosos se acercaba a nosotros. A la luz mortecina del farol no podía distinguir su cara ni entendía la finalidad de su paseo para mi tan novedoso. Cuando estuvo a nuestra altura, acercándome la luz al rostro comenzó, muy cortésmente, a tomarme la afiliación comentando los pormenores de mi familia a la que conocía por haber “retejado”en sus tiempos de albañil la casa de mi abuela Nicasia.
Excuso deciros las protestas de indignación que invadieron a mi acompañante por la conducta un tanto descarada de su padre, que con el mismo aplomo y farol en ristre, prosiguió la investigación de las otras dos parejas, concluida la cual se retiró inmutable a su casa aguantando la lluvia de improperios que le lanzaba su hija.

Terminado el compromiso de estar con una chica en día tan señalado con las promesas y piropos de rigor, nos despedimos de nuestro amigo y familia dejándoles satisfechos por la buena opinión que en el pueblo había promovido nuestra presencia.
Montando en nuestras cabalgaduras emprendimos ya de noche, la vuelta a casa, pasando por Lagartos, pueblo ya pequeño en aquellos años, y entrando en la plaza sin apearnos, dimos cuatro voces para denotar nuestra presencia.
También dimos la ronda preceptiva en nuestro pueblo poniendo el punto final al día de los quintos.


A continuación escribo unos versos que me han surgido después de haber escrito el artículo.

Dichosos aquellos tiempos
en que quinto me llamaban
dichosos los veinte años
¡quien de nuevo los pasara!

Objetores de conciencia
en aquel tiempo no había
pues este especial camelo
ningún cuerdo se creía

Con el haber del soldado
el Estado te pagaba
todo el tiempo de mili
que en su servicio gastabas

Felices aquellos tiempos
que empezabas el flirteo
no quiero lo que me dan
lo que no me dan si quiero.

sábado, 6 de junio de 2009

OCHO DÍAS EN PORTUGAL

Continuamos con el relato de distintos viajes ya realizados


12-2-2008

En esta fecha salimos de Palencia hacía Madrid para tomar un avión hacia Lisboa.
Este traslado aéreo nos causó mucha incomodidad, pues además de hacer el viaje de noche, nos juntaron con un avión de línea regular. Como coincidió con un partido del Benfica dieron preferencia a los aficionados y quedaron en tierra nueve compañeros del Imserso que no llegaron hasta las once de la noche en otro vuelo.
Los intereses de Iberia imponen este viaje, que podría ser más cómodo si se hubiera hecho directamente en coche, o desde Villanubla en vuelo charter, mucho más directo y de día para poder dar detalles desde la ventanilla, como me gusta hacerlo siempre que tengo ocasión.














A la hora de cena llegamos a Cascais, nombre que proviene de cáscara, seguramente por la gran cantidad de conchas vacías que aquí se encontraban.
Es un núcleo muy turístico ya desde antiguo, pues cuando Felipe II fue rey de Portugal empezó la construcción de grandes palacios-hoteles aprovechando sus playas y buen clima.
Nuestro rey fue el primer promotor turístico invitando a los grandes magnates de sus vastos dominios y en especial a los de Centroeuropa.
Desde entonces el turismo de esta zona de Lisboa se ha acrecentado junto con las playas de Estoril, que está a kilómetro y medio.
Cascais que aún conserva su tradición pescadora, se ha convertido en un centro turístico de primer orden, con buenos hoteles, restaurantes y locales de diversión.
Tiene un museo-biblioteca instalado en un bello palacete construido en 1892 que reúne colecciones de muebles portugueses, indo-portugueses y azulejos del siglo XVII.








A tres kilómetros al Oeste hay un espectacular acantilado llamado Boca del infierno, con profundas grutas y grietas que los días de temporal producen un ruido terrorífico.



Estoril, de origen también pescador y que goza de aguas termales, se ha convertido en un lugar cosmopolita regentado por elegante clientela internacional.
Esta puede practicar deportes como golf, tenis, o equitación y hasta hace poco contaba también con el gran premio de automovilismo de Fórmula Uno.
Por la noche, el casino, que se levanta en lo alto del parque central rodeado de jardines, ofrece sus salas para todo tipo de atracciones y juegos europeos y americanos.














S I N T R A

Jueves 14- 2- 2008

Localidad histórica a treinta kilómetros de Lisboa, donde la aristocracia venía a pasar largas temporadas, por la mucha caza que había en sus alrededores.
El gran palacio de Terradella tiene unos salones muy bien amueblados, pero los artesonados de sus techos contienen unas pinturas muy repetitivas. En uno que llaman de los cisnes hay representados veintisiete con una corona real al cuello, en memoria de los veintisiete años que tenía su hija cuando se casó.
En otra sala están pintadas ciento siete cotorras que representaban a las señoras parlanchinas de palacio. Se dice que Juan I fue sorprendido por la reina besando a una de las damas de honor y para terminar con las habladurías las satirizó a todas poniendo en cada pico de la cotorra unas letras que dicen “para bien.”
También llaman a este palacio el de las chimeneas cónicas. Se trata de dos chimeneas dieciocho metros de altura, por donde salían los humos de una gran cocina donde se asaban al fuego reses enteras y se cocinaban diferentes manjares procedentes de la caza. También se muestran los diferentes utensilios de cocina, todos de cobre, que se usaban entonces. Ambas chimeneas están forradas interiormente con azulejos hispano-árabes que se trajeron de nuestro país cuando se restauró este palacio.





A la entrada estaba montada una exposición de fotografías de gran tamaño con los animales domésticos más corrientes, de las que saqué alguna foto.








En esta zona se cosecha el vino de Calores que se obtiene de vides tan antiguas que son de antes de la filoxera, librándose de esta plaga por tener un suelo con una capa superficial de arena y el subsuelo de arcilla, en que las vides profundizaron sus raíces.

Vimos el cabo de Roca con un acantilado impresionante. Dicen que es el terreno más al Oeste de Europa, disputando la supremacía al Cabo Finisterre. Comprobándolo en el atlas es cierto, ya que la línea que sigue la costa portuguesa lleva un ligero avance hacía el Oeste, de la que el Cabo de Roca es el punto más saliente.
La lápida que lo pregona da su posición geográfica: 38’47° latitud Norte y 9’30° longitud Oeste.
De todo sacan motivos para fomentar el turismo, acudiendo innumerables autocares para visitar estos parajes. Aquí también se alza un buen faro, que dada su situación frente al Atlántico dicen que su destello se divisa a más de cuarenta millas.







El palacio nacional de Pena, es sin duda el más hermoso que hemos visto. Construido en las más altas cimas arboladas de la sierra. Fue construido en el siglo XIX por Fernando de Sajonia. Posee una mezcla de estilos increíbles: egipcio, gótico, renacentista, manuelino, mudéjar y oriental. Todo ello dando forma a un edificio de grandes proporciones que parece un castillo y está pintado de colores muy vivos.















Se pasa por la sierra de la Arrábida, que es parque nacional. En ella se cosechan buenos vinos de cepas altas, exquisita miel y un rico queso de la leche de las ovejas autóctonas, al que dan un tratamiento aceitoso. También son abundantes las mariposas y murciélagos.
Con la arena de una de sus playas, la acción del viento ha formado una duna que se extiende por una extensa zona, agostando a la vegetación.
Los pinos y demás vegetación se lo ve muy verde a pesar de la sequía. La brisa húmeda marina los mantiene, no así a los eucaliptos que se ve alguno seco, pues es planta que necesita mucho agua.
Entre sus hombres ilustres destaca el poeta Cantánez y la gran cantante de ópera Vula-Luisa a la que han dedicado una calle.
Sobre el gran navegante Vasco de Gama la guía nos contaba esta historieta. Preguntaba un soldado de quien era la estatua de este y le dijeron que era del soldado desconocido. Comprobando que no le habían dicho la verdad, recriminó al guía y este en un arranque de ingenio le dijo: “Como navegante era muy célebre pero como soldado era casi desconocido.”
Al pasar por Estoril, camino de Lisboa, vimos unas estatuas de D. Juan y su esposa, padres de nuestro rey bastante bien logradas, en recuerdo de los muchos años que aquí vivieron en su exilio. Muy cerca de las estatuas se encuentra Villa Giralda, que así se llamaba la mansión, en la que vivió la familia real española, aunque actualmente no se puede visitar por ser propiedad particular.
Son multitud los exiliados que aquí se refugiaron al ser destronados de sus monarquías, como el rey Humberto de Italia y otras muchas personalidades que con sus notables aportaciones económicas contribuyeron al engrandecimiento de este pequeño país, pero muy importante en la historia de la humanidad.



L I S B O A

Viernes 15-2- 2008

La capital de Portugal está edificada junto a la desembocadura del Tajo, sobre siete colinas que hacen que sus calles sean muy accidentadas, en especial la parte vieja, en la que sus calles son tan estrechas que sus aleros casi se tocan. Muchas de estas carecen todavía de agua corriente lo que ha dificultado su reparación después del célebre terremoto de 1755. Grandes fueron los desperfectos urbanos pero la mayoría de las víctimas humanas las causó el maremoto que llegó pasada una hora y sorprendió a la gente tratando de huir en barcas por el Tajo arriba, acabando de destruir las casas ya tocadas por el terremoto.
En contraste tenemos la Lisboa moderna, que fue reedificada según proyecto del
célebre marqués de Pombal. Ofrece un aspecto moderno, con sus calles anchas y diseñadas geométricamente, plagadas de plazas, estatuas y edificios tanto de estilo antiguo como moderno que hacen de ella la delicia de sus visitantes.
Viniendo de Estoril y siguiendo el litoral de Oeste a Este se encuentra un fuerte muy antiguo que Salazar habilitó para su vivienda.

Entre los monumentos modernos destaca el de los descubridores que semeja, cara al mar, la proa de una embarcación que preside Enrique el Navegante con una carabela en la mano.





















Todas las farolas de esta plaza están rematadas con una alegoría a su patrono San Vicente y la silueta de dos cuervos que dicen trasportaron aquí su cuerpo en una carabela.
Los dos puentes que unen las orillas del Tajo son un desafío de la ingeniería moderna.

El que llaman 25 de Abril fue construido en la época de Salazar y llevaba su nombre, aunque por razones políticas se lo cambiaron.
Fue construido por los técnicos americanos que hicieron el de San Francisco por lo que se le parece bastante. Tiene 2,5 kilómetros de largo y 75 metros sobre el nivel del Tajo. Las cepas que sustentan los dos colgantes tienen 85 metros de profundidad.
Es el clásico puente colgante de buena línea y doble uso, pues sirve para los coches en su plancha superior y por la inferior circula el tren.
Mirando a Lisboa en una pronunciada loma frente al puente 25 de Abril se levantó con las limosnas de los fieles un gran Cristo, cuya imagen mide 14 metros y la peana que lo sustenta 28. Con sus brazos en cruz parece bendecir la ciudad en actitud parecida a Río de Janeiro en Brasil. Su iglesia está siempre muy concurrida por gozar de gran devoción de todos los católicos de esta amplia zona.
Nos contaba la guía que en un pueblo cercano y muy pequeño vivió una vieja de aspecto muy miserable que se defendía del frío con una capa muy usada y llena de remiendos. Cuando murió encontraron en su casa mucha riqueza y joyas llamándola desde entonces la Casa de la Capa Rica. Saliendo de Lisboa se encuentra un monumento de hierro que representa dos manos cruzando los dedos que llaman la escultura de la “amistad.”
El otro gran puente está aguas arriba del Tajo es de estilo más moderno y lleva el nombre del gran navegante portugués Vasco de Gama y fue construido cuando la Expo 98. Tiene un diseño singular y fue ejecutado en poco tiempo por el esfuerzo conjunto de técnicos españoles, americanos, franceses, japoneses y otros muchos.
Para contrarrestar el empuje del viento, muy fuerte en esta zona, los ingenieros creyeron conveniente no hacerlo recto sino con unas ligeras curvas. Tiene tres alturas sobre las aguas del Tajo de 10, 20 y 40 metros. Para facilitar el paso de los barcos tiene dos tramos de clásico colgante y el resto está apoyado en 800 pilares. Sobre su tablero circulan tres carriles en doble dirección y su longitud sobre las aguas del río es de 12 kilómetros que con los cuatro más de los accesos suman 16 kilómetros en total.
Con la construcción de este segundo puente se ha revitalizado una extensa zona que estaba en declive y actualmente es una parte importante de la Lisboa moderna. Tienen en proyecto la ejecución de un tercer puente intermedio entre los dos, pues está demostrado que la unión de las dos orillas es altamente beneficioso.
También para la exposición se hizo un acuario que ocupa el segundo lugar después del de Valencia.
Desde Galicia los monjes de Santiago descendieron por el litoral atlántico y fundaron cerca de Lisboa tres sitios estratégicos, que eran, a la vez fortines y conventos.
Con un método secreto de comunicación, alertaban al fuerte de Lisboa, tan pronto como divisaban un navío extraño frente a la gran desembocadura del Tajo.
Al Sur de este río esta la zona del Alentejo en la que la influencia árabe fue notable, pues tardaron mucho en abandonarla. Aquí se conserva el arte moro de los azulejos, que todavía se fabrican con las mismas técnicas y colorido de entonces.
Se ven algunas fachadas realizadas con ellos que es un verdadero primor y en algunas modernas las adornan con piedra artificial que simula perfectamente el mármol con sus caprichosas vetas.
El signo turístico de la cerámica portuguesa es un gallo con la cresta roja y plumaje negro y amarillo y al que tampoco le falta su leyenda.






















Cuentan que, en cierta ocasión, a un devoto de Santiago le acusaron de un asesinato y no encontraban pruebas para demostrar su inocencia. Como último recurso fue a casa del juez que estaba comiendo un pollo asado y le predijo que en prueba de su inocencia el pollo resucitaría cantando. No convencido el juez mandó que le ahorcaran y cuando el pollo cantó fueron todos corriendo al cadalso y encontraron al reo con la cuerda al cuello pero sin asfixiarse, como si alguien le hubiese sostenido en el vacío.
A los habitantes de Lisboa se les llama lechuguitas por el gran cultivo de esta hortaliza que se realizaba en toda esta zona.
Los siglos XV y XVI fueron los de más esplendor de Portugal, debido a las grandes conquistas que realizaron por todo el mundo sus intrépidos navegantes.
Pero volvamos a detallar la gran cantidad de monumentos que esta ciudad alberga. El monasterio de los Jerónimos es uno de lo más importante.

Obra maestra de estilo manuelino, fue fundado en el año 1502 por el rey Manuel. El español Diego de Torralba y el francés Jean de Rouen terminaron la obra en el 1572. El muy amplio interior de la iglesia asombra por su delicada decoración. Las bóvedas góticas poseen un fino entramado de nervaduras en estrella. Bajo el coro alto están enterrados Vasco de Gama y Camoens; Y en la sala del capítulo, el escritor Alesandre Herculano.












Frente a este monasterio se abre la gran Plaza de los Descubrimientos. Desde la terraza de dicho monumento que ya he descrito se contempla la gran brújula que preside la plaza. También en ella existe una reproducción del hidroavión que hizo la primera travesía a América, donde nos sacamos unas fotos.















El símbolo por excelencia de Portugal es la torre de Belén, obra maestra de estilo manuelino. Dicen que cuando se levantó estaba dentro del río Tajo para controlar mejor la entrada al puerto, pues su fuego artillero se cruzaba con el de los dos fortines de tierra firme. Su recia construcción se puso a prueba cuando el terremoto, salvando la vida de los reyes que estaban dentro de ella.




















Entre los muchos y buenos museos que tiene la ciudad destaca el Nacional de Arte Antiguo. La mayoría de las pinturas, esculturas y objetos expuestos, proceden de la confiscación de los conventos cuando se suprimieron las ordenes religiosas. Destacan los cuadros de la adoración de San Vicente, la tentación de San Antonio, San Jerónimo y unos bellísimos biombos japoneses.
También existe el Museo Nacional de los Coches Antiguos y el de los Azulejos. El primero, instalado en la antigua escuela de equitación del palacio de Belén con la mejor colección de coches de Europa y el segundo contiene azulejos muy logrados hispano-mudéjares del siglo XV y paneles policromados de azulejos dorados del siglo XVII.

É VO R A

Sábado 16- 2- 2008

Antes de llegar a esta hicimos una parada en Montonovo un pueblo que, como toda esta zona del Alentejo, es similar a la de nuestra colindante Extremadura. Fincas con muchas encinas dedicadas a la crianza de ganado vacuno y lanar. Al estar cerca de Lisboa, hay muchas fincas de recreo, aprovechando el entorno casi natural y exuberante arbolado.
Évora con sus cuarenta mil habitantes es la capital del Alentejo. Rodeado de murallas desde la época romana se convirtió en una importante plaza bajo el dominio árabe. Cuando la reconquistaron de nuevo los cristianos tuvieron que fortificar hasta la catedral, estrechando sus ventanales para evitar las flechas de los árabes.
La ciudad cayó en desgracia tras la anexión de Portugal a España y se redujo aun más su importancia cuando se cerró la universidad Jesuita en el siglo XVIII. Su casco antiguo fue declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.
Su plaza mayor está dedicada a un joven valiente en la época del poder musulmán. Se llamaba Gerardo “el sin miedo”y fue capaz de hacerse pasar inadvertido entre las huestes moras y decapitó al sultán y a una hija suya.
Desde entonces el escudo de la villa muestra un caballero que blande la espada con su diestra y en la izquierda muestra las dos calaveras citadas. Esta plaza también tiene de particular que a ella confluyen siete calles.
Es también sede arzobispal debido a la gran preponderancia que tuvo aquí el tribunal de la Inquisición y gozar de una solera religiosa y estudiantil desde antiguo.
La iglesia de San Francisco tiene unas cristaleras de ejecución moderna, son pequeñas pero de colores y figuras muy bien logrados. Su atractivo turístico principal lo constituye la macabra capilla de los huesos, cuyas paredes y arcos están decorados por calaveras, tibias, fémures y coxis por un fraile franciscano con cinco mil cadáveres de los suyos.
Colgando de unos ganchos están los cadáveres momificados de un padre y un hijo, que según la leyenda se portaron muy mal con su esposa y madre que los maldijo y condenó a estar eternamente colgados en una pared tan espeluznante como esta. Sobre la puerta de esta capilla se lee esta inscripción: “Los huesos que aquí estamos a los vuestros esperamos.”



















De la denominación romana aún perdura parte de tres caras del templo de Diana, con esbeltas columnas de granito y capiteles de mármol estilo corintio. La fachada y entrada Sur, según nos contó el guía está derruída por el uso peregrino a que se le dedicó. Primeramente fue matadero y luego ferial de ganado municipales.
También se conserva en buen estado un buen trozo del acueducto que los romanos usaron para traer el agua a la ciudad.
Esta zona del Alentejo tiene también unas canteras de mármol que son consideradas en importancia detrás sólo de las célebres de Carrara en Italia. Dada la blancura y precio de este último mármol, sólo se empleaba en las estatuas y para los demás complementos se usaba el portugués algo mas veteado. Imitando este detalle han logrado una imitación, casi perfecta, en piedra artificial, con la que se ven cubiertas muchas fachadas.
En las depresiones del terreno se ven muchas lagunas que sirven para abrevar el ganado que tienen en libertad dentro de su terreno vallado.
Portugal es uno de los principales productores de corcho. Cada nueve años quitan la corteza a los numerosos alcornoques que aquí se cultivan. Pueden durar productivos hasta ciento cincuenta años y el mejor corcho lo dan a los cincuenta.
En todas las casas que hay extendidas por el campo se impone el color blanco para irradiar mejor el calor del verano. Es una creencia generalizada que poniendo unas bandas de color azul o amarillo sobre el blanco de las fachadas, atraen mucho a los mosquitos y no molestan en el interior de la casa.


M A F R A

Domingo 17- 2- 2008


Esta pequeña población está a unos cuarenta kilómetros al Norte de Lisboa. La demás población no cuenta para nada si se la compara con el enorme palacio y convento que Juan V mando edificar cumpliendo una promesa que hizo a un fraile franciscano, si Dios le daba descendencia, cosa que no lograba después de muchos años de matrimonio.
El oro del Brasil permitió al rey ampliar el proyecto inicial para albergar a trece frailes y que al final se convirtieron en trescientos treinta. Para remodelar el gigantesco edificio se contrataron varios arquitectos y se emplearon cincuenta mil obreros.
Ocupa una extensión de cuatro hectáreas entre la basílica, el palacio y el convento. La fachada principal de todo el conjunto mide doscientos treinta metros. En su interior se utilizaron enormes cantidades de mármol y las torres de la cúpula barroca tiene sesenta y ocho metros de altura.

Lo que más nos llamó la atención fue una bellísima biblioteca que ocupa una galería de ochenta y cuatro metros de largo, con un pasillo longitudinal a media altura de los anaqueles para llegar cómodamente a todos los cuarenta mil libros encuadernados en piel para los frailes de la abadía. Algunos son verdaderas obras de arte en encuadernación llevando incrustaciones de oro.
Todo el frente de la galería, que acaso mida unos treinta metros cuadrados, está ocupado exclusivamente por biblias en diferentes idiomas y épocas. Hay colecciones muy antiguas y de gran valor desde las egipcias, griegas, romanas y otras de la edad moderna. Esta hermosa biblioteca es la mejor que hemos visitado, donde se concentra el saber humano, tanto de la parte religiosa como de las técnicas modernas más actuales.
Fue una gran desgracia que este buen hacer de los frailes fuera interrumpido por los malos tiempos de la desamortización.
También nos pareció verdaderamente novedoso el sistema que tienen para conservar tantos libros. En unos pequeños cajones agujereados crían una clase de murciélagos de pequeño tamaño, que se encargan por las noches, de limpiar toda clase de insectos, ratones y polillas, sin causar el menor daño a los libros. Nos cansamos toda la tarde recorriendo sus muchas dependencias muy bien conservadas, en especial las austeras celdas de los frailes cuyo mobiliario consistía solamente en una mesa con silla para escribir y dos tablones para dormir.
Dentro del perímetro que rodea a este edificio de veinte kilómetros se encuentran muchos parques, jardines y una exuberante vegetación boscosa.


Ó B I D O S

Lunes 18-2- 2008
Óbidos es una de las villas más amuralladas y mejor conservadas de Portugal y tuvo una gran vinculación con las bodas reales, ya que siempre formó parte de la dote que los reyes entregaban a sus esposas.
Antes de llegar a ella se pasa por una zona donde se cultiva algún cereal, que era hecho harina para el consumo humano en unos molinos de viento, muy típicos de esta región, que tienen algún parecido con los de la Mancha. Son más pequeños y tienen las cuatro aspas compuestas de unas varillas de madera cubiertas de una tela fuerte, que es la que recoge la fuerza del viento.
Como todas las casas y molinos están pintados de blanco, hacen un vistoso contraste con sus aspas de color más oscuro.
Existe también un manantial de aguas medicinales, que ya aprovecharon los romanos, que fueron siempre grandes impulsores de esta clase de caldas.
Cuentan que en cierta ocasión que pasaba la reina por allí vio que muchos se bañaban en ellas y picada de la curiosidad, paró la comitiva y se unió a los demás bañistas que padecían la misma enfermedad que ella.
Al experimentar mucha mejoría mandó hacer unas buenas instalaciones y desde entonces se las llama Las Caldas de la Reina.
También se pasa por Nazaré pequeño pueblo de pescadores que antes sacaban al mar sus barcas con la ayuda de parejas bueyes. Actualmente tienen un buen puerto y pueden verse todavía pescadores vestidos con camisas a cuadros y boinas negras.
Muy típicas son las muñecas que se ofrecen profusamente a los turistas, que llaman de las siete faldas, traje que usaban las mujeres recordando las diferentes etapas de su vida, como la pubertad, primer novio, casamiento, primer hijo etc.
Vasco de Gama, que era oriundo de esta región y muy devoto, llevaba siempre con él un rosario con la imagen de la Virgen de Nazaré. Cuenta la leyenda que cuando hizo, quizá, la osadía mayor de su vida, que consistió en cruzar el cabo de Buena Esperanza al Sur de África con una fuerte tormenta que amenazaba hundir su barco, arrojó el rosario al mar que se apaciguó en el acto consiguiendo cruzar en primer lugar un cabo tan peligroso.
Esta leyenda no quita el mérito y arrojo que este gran navegante demostró en muchas travesías pero siempre preparadas con un profundo estudio de las zonas marinas que intentaban descubrir, como las mareas y vientos reinantes en aquella zona.
Existe en la Plaza de los Descubridores un edificio que llaman el Almirantazgo Portugués donde grandes estudiosos preparaban hasta el más mínimo detalle de los grandes descubrimientos que se llevaron a cabo en aquella época.
También se dice que un noble de la cercana Porto de Mos estuvo a punto de precipitarse por un acantilado de 110 metros de altura sobre el nivel del mar, intentando cazar un ciervo montado en su caballo. Con el abismo encima se encomendó a la virgen de Nazaré y consiguió detener al caballo que dio un gran “ resbalón.”Con este nombre se conoce la ermita, que en agradecimiento, levantó a su Salvadora.
Además de esta ermita hay una iglesia dedicada a Nuestra Señora de Nazaré, con una imagen de la Virgen realizada en Nazaret, donde nació la madre de Jesús. Su interior está decorado con tablas de madera pintadas y paneles de azulejos que representan el milagroso rescate del caballero.
No lejos está Alcobaça cuyo nombre proviene de los ríos Alcoa y Vaca. En esta ciudad se levanta la Real Abadía de Santa Maria de Alcobaça la iglesia más grande de Portugal, de 110 metros de larga. También es uno de los mejores ejemplos de Abadía Cisterciense, a la que la UNESCO ha otorgado el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.
El crucero del templo alberga los sepulcros, ricamente tallados en piedra, del rey Pedro I y de Dª Inés de Castro, una pareja de amores tormentosos pues a pesar de estar muy enamorados, por motivos políticos, Alfonso IV hizo casar a su hijo Pedro I con Costanza, infanta de Castilla. Cuando esta murió Pedro se fue a vivir con Inés a Coimbra, pero su padre la mandó asesinar.
Tras declarar haberse casado con Inés en secreto, Pedro I ya rey mandó exhumar sus restos y la coronó, obligando a los cortesanos a arrodillarse ante ella y a besar su mano descompuesta.
Encontrando a los dos que la habían asesinado, el rey mandó que les sacaran en vivo sus corazones como escarmiento.
Como cosa rara los sepulcros de estos dos amantes están separados uno a cada lado del crucero.
En las dependencias del monasterio aparece el gran claustro donde paseaban los Cistercienses su soledad monacal. Dicen que era tan extrema que en el comedor se sentaban de espalda para no comunicarse ni por señas. En el piso inferior está la cocina que por su menaje y grandeza da una idea de los muchos comensales que allí había.
Esta congregación, como hizo en España, introdujo en esta zona nuevas técnicas en el laboreo de las tierras y conservación de sus cosechas.


ALJUBARROTA

Está poco antes de llegar a Óbidos. En estos parajes se dio la célebre batalla en que los portugueses con la ayuda de los ingleses, derrotaron al ejercito castellano.
Los portugueses están tan orgullosos de todo su pasado, que estas victorias las aderezan con leyendas tratando de ensalzarlas.
En esta batalla dicen que había un bravo soldado que inventó una técnica de ataque llamada “el cuadro”que consistía en encerrar en él a una porción de contrarios, que al quedar aislados, era más fácilmente aniquilados.
Con la fama lograda consiguió una inmensa fortuna y el rey para quedarse con ella, según las costumbres de aquellos tiempos, quiso casar a un hijo con la hija de aquel hacendado, a lo que este se negó. No así a que se casara con un hijo ilegítimo del rey, porque en este caso no peligraba la confiscación de su hacienda.
También se ensalza el valor que tuvo una panadera al matar a cuatro huídos de esta batalla que buscaron esconderse dentro del horno, donde les mató la tal heroína empuñando la pala de hierro con la que se mueve el pan.


F Á T I M A

Parece extraño que una devoción cristiana lleve el nombre de Fátima, palabra que en árabe significa bella. Según nos dijo el guía este detalle tiene su explicación histórica.
Durante la larga dominación árabe un joven se enamoró de una cristiana muy bella que habitaba en estos contornos.
Como la familia de ella no consintió que se casaran, al llegar la Reconquista el se tuvo que marchar con los suyos, con la promesa de que volvería cuando consiguiera muchas riquezas, con las que esperaba lograr su deseo.
Pasaron los años y siendo ya rico logró lo que se proponía y fundó en estos parajes tan montañosos y bastante alejados de la civilización un nuevo pueblo al que puso de nombre Fátima.
Junto a este nuevo núcleo de población existía una pequeña aldea que se llamaba Aljustrel donde se dedicaban en su mayoría al pastoreo y donde vivían los tres niños, Lucía de diez años y sus primos Francisco de nueve y Jacinta de siete que fueron los protagonistas de las apariciones del año 1917.
En principio nadie daba crédito a lo que decían los niños, de haber visto a una gran señora en un lugar conocido como la Cova de Iría, donde todos los meses acudían en compañía de algún curioso.
Pasados cinco meses para que los creyeran, los niños pidieron a la Virgen les diera una señal y el 13 de Octubre de ese mismo año, ante setenta mil peregrinos la Virgen hizo mover el Sol durante diez minutos siendo visto este fenómeno en otros sitios del país. Y reveló sólo a Lucia los tres secretos que fueron guardados por esta durante muchos años.
En 1930, tras largas investigaciones, el obispo de Leiria autorizó la celebración de culto a Nuestra Señora de Fátima, que se ha convertido en un centro de peregrinación, comparable a Lourdes en Francia y Santiago de Compostela en España.
El conjunto del santuario lo componen una inmensa explanada, dos veces mayor que la plaza de San Pedro en Roma y la basílica edificada en 1928, que tiene a ambos lados como un castro semicircular, rematando todo el conjunto una esbelta torre de casi setenta metros de altura.
En el interior están las tumbas de Francisco y Jacinta que murieron a temprana edad a causa de una epidemia de neumonía. Lucía, la mayor, se hizo monja carmelita y murió a los 97 años de edad. La gran explanada, que puede albergar a 300.000 peregrinos, cuenta con un camino especial por donde a veces avanzan los penitentes de rodillas hasta el lugar de las apariciones donde arden multitud de velas donadas por los peregrinos.

De las dos encinas centenarias que marcaban el lugar de las apariciones, la que marcaba el lugar exacto pronto desapareció llevada a trozos por los devotos, sólo queda la que servía de refugio a los niños por estar cercada con una valla protectora que la ha permitido llegar a estas fechas convertida en una encina grande y vigorosa.
Sin quitar extensión a la gran explanada pero tocando a ella está la nueva iglesia que se construyó recientemente y que dicen es la mayor de todo Europa pues tiene un aforo de 90.000 personas sentadas.
Es como un anfiteatro moderno sin otro ornamento que un Santo Cristo tan inexpresivo como el de grandes proporciones que existe en el exterior.
Al lado de esta gran iglesia se levanta una estatua, muy bien lograda de Juan Pablo II que contribuyó con su devoción a este santuario promocionándolo a escala mundial.
La corona de la Virgen contiene la bala que se le extrajo al Papa Juan Pablo II tras el intento de asesinato de 1981.
Es digno de alabanza el acertado criterio que han tenido en sacar fuera del recinto religioso el sin número de tiendas que viven de la venta de recuerdos del santuario.
Están todas ubicadas muy cerca en un semicírculo muy práctico para las ventas y fácil de recorrer.


Como resumen de esta visita que nos ha impresionado gratamente, podemos decir que Portugal es una pequeña-gran nación que está muy orgullosa de su pasado y confía plenamente en el futuro.
La gran laboriosidad de los portugueses ha logrado un gran avance en todos los órdenes y han sabido aprovechar al máximo las ayudas de la Unión Europea.
En un círculo aproximado de veinte kilómetros alrededor de Lisboa, es tal la profusión de grandes obras de arte que han convertido esta zona en un museo permanente al aire libre y fácil de recorrer por el perfecto entramado de modernas carreteras.