sábado, 28 de noviembre de 2009

CALLES Y MONUMENTOS














Las calles en general son muy anchas, incluso las del trazado cuadricular que son todas simétricas e iguales. Sin embargo hay avenidas espectaculares, como la del 9 de Julio con nueve carriles en cada dirección en el espacio central. Pasando un gran bulevar cubierto de árboles otros cinco carriles en cada dirección con aceras laterales muy amplias.Con toda razón es considerada la avenida más ancha del mundo. Tiene también varias avenidas que imitan a esta.
En cuanto a la longitud de sus calles también es extraordinario. La calle Rivadavia, donde vive mi prima Angélica, tiene 70 kilómetros de largo. Con estas magnitudes no es extraño que le llamen Gran Buenos Aires.
En cuanto a grandes monumentos citaré alguno que recorrimos en el autobús, con el buen asesoramiento de nuestra guía Graciela.


Cafe Tortoni de los más principales y bonitos. Plaza de los congresos, con uno en cada frente. Ciencias Sociales, universidad donde todos sus alumnos estudian gratis. Tiene su fachada de columnas como El Partenón de Atenas.








Teatro Colón, tiene capacidad para 2500 personas y escenario con disco giratorio. Por su excelente sonoridad han pasado por él artistas consagrados como, Toscanini, María Callas, Pavarotti, Nijinsky...















Palacio de Justicia, de estilo Renacentista francés. Museo del Holocausto, que recuerda el genocidio judío. Teatro Cervantino, de estilo plateresco, dedicado a nuestro insigne Cervantes.
Escuela de la Armada, famosa por ser prisión durante la dictadura militar. En su cerca hay figuras de hombres asesinados en memoria de los que allí murieron. San Isidro, barriada muy pobre que no tiene agua corriente y la gente vive en continuas revueltas.
Edificio de la Arquitectura Industrial, con amplias depuradoras de agua para el consumo humano. Avenida Corrientes, famosa por su variedad de teatros.







El Círculo Militar lo recorrimos detenidamente para apreciar su gran valor artístico. La fachada es de estilo francés y el tejado de pizarra con airosas torretas. La puerta de entrada de doble hoja para la entrada y salida de carruajes, es una obra imponente de hierro repujado con adornos dorados.














En los salones interiores tiene uno que servía de comedor con una mesa monumental toda ella de una pieza de roble, con grandes aparadores a juego. Para comodidad de los comensales los que servían la mesa subían y bajaban por dos pequeños ascensores hasta la cocina.
Otra sala la dedicaban al baile con grandes espejos que llegaban al suelo, para que las damas se contemplaran de cuerpo entero. En muchos salones tienen chimeneas monumentales de arco rebajado con escudos de la casa y columnas de adorno.


Según nos contó la guía, este palacio, como otros muchos de Buenos Aires, fue de un particular muy adinerado. Sus herederos al no poder sufragar los gastos que requiere su mantenimiento optaron por venderlo al Círculo Militar, que lo usa como casino, donde se reúnen y divierten unos cuantos socios muy distinguidos

CENA CON TANGO





























En unas antiguas y hermosas galerías comerciales han montado lo que podríamos llamar la real academia del tango. En un gran comedor que a la vez sirve de teatro con un amplio escenario y palcos donde también se sirve la cena que no pasa de tener un menú normal.



Lo que más destaca son las mesas y sillas bien engalanadas y alumbradas tenuemente por artísticas lamparillas.
Cuando se llega a los postres empieza la actuación de los cantadores que interpretan las tonadas clásicas de Carlos Gardel y recitadores de poemas alusivos al tango.
Abierto el escenario aparece la orquestina compuesta por piano y bajo que llevan el ritmo acompasado, que los negros de África imprimían con sus tambores.















Este detalle corrobora la opinión generalizada de que el tango tiene muchas reminiscencias de la cultura africana, que trajeron aquí los emigrantes.
Pero el mestizaje de las razas está representado en la orquesta por el violín que con sus finas notas representa a la música clásica traída de Europa.
La tradición española está representada en la guitarra, que, con sus rasgueos sincopados, recuerda al cante andaluz. Y para que no falte el complemento criollo está el bandoneón, que con su sonido sostenido representa los suspiros y ayes melodiosos que tan agradable hace al habla ríoplatense.
Con este conjunto de instrumentos tan dispares se obtiene una melodía muy punteada, que es imprescindible para marcar los movimientos rápidos y acompasados del tango.
Para darle más categoría y servir de atracción a la corriente turística, el tango que aquí se baila necesita que los bailarines sean consumados gimnastas para realizar difíciles movimientos y posturas.






















Las bailarinas, impulsadas por su pareja, realizan volteos aéreos muy bonitos que complementan la realización que aquí se hace del tango. Como todos los bailes clásicos se complementan, estas innovaciones puede que tengan algún parecido con el ballet.



Contribuyen a realizar este gran espectáculo el escenario y local en que se realiza. En la parte noble de entrada se admira una alta galería con ventanales de artísticas vidrieras, rematadas con relieves muy logrados. Toda la galería está embovedada artísticamente y salpicada con tres magníficas cúpulas.






























Con todos estos elementos la cena sirve de pretexto para disfrutar de un espectáculo especial, al que acuden gente de toda raza y condición, que hacen turismo en esta gran ciudad.

viernes, 27 de noviembre de 2009

NUESTRO ACOMPAÑAMIENTO

Como continuación del capítulo anterior os vamos a contar las experiencias que vivimos con un matrimonio que viajaba con sus dos hijos pequeños en el asiento delantero del avión. Con mucha prevención habían cogido dos plazas al lado de la ventanilla y otra enfrente del otro lado del pasillo. Con estas estratégicas plazas pretendían no molestar a los demás viajeros. Cosa muy loable pero imprevisible tratándose de una niña muy pizpireta de unos dos años y un niño de medio año.

Si a los mayores nos es pesado el estar doce horas en un avión cuánto más para dos niños. A veces gimoteaban los dos a una y sus padres no sabían a cuál atender. Para calmar a la mayor, su padre,armado de paciencia, la llevaba hasta los servicios y la madre calmaba al pequeño moviéndole sobre ella o dándole el biberón.
De esta guisa se tiraron los dos casi toda la noche y confieso que en vez de incomodarnos nos entretuvieron observándoles. Presintiendo lo peor iban prevenidos de toda clase de juguetes y nos llamó la atención el buen pulso que la niña tenía para rellenar con un pizarrín electrónico la figura que salía en la pantalla de su juego moderno.
Como de todo se cansaba la niña cogía a su padre de la mano y le llevaba al servicio para que le cambiara el pañal o por simple distracción, cosa que pacientemente su padre realizó varias veces.
Contemplando este hermoso comportamiento, me pareció justo publicarlo en mi blog para que contrarreste con las noticias truculentas que publican los medios de comunicación, de padres que arrojan a la basura a su hijo recién nacido. Gracias a Dios y a la sabía naturaleza son muy pocos estos últimos y casi todos los demás que hemos sido padres sabemos lo que es sufrir y gozar con la crianza de nuestros hijos. Debemos tener la razonable esperanza de que las generaciones se vayan sucediendo normalmente, como lo fue desde siempre. Ya casi al amanecer pedí permiso a los padres para hacer una foto a los niños, cosa que agradecieron encantados.















En otra saqué a Raquel y el padre con gorra de faena, que usó durante todo el viaje. Aunque ya hice mención de lo bien que se comporta Iberia con los pasajeros, anotaré este detalle que me parece muy significativo. En los servicios de sus aviones pone un tablero articulado que se puede bajar, para que sobre él cómodamente se pueda limpiar y cambiar el pañal a los niños. Enhorabuena compartida para estos ejemplares padres y la previsora Iberia

sábado, 21 de noviembre de 2009

VISITA A LA ARGENTINA
















El pasado día 5 de Noviembre, organizado por El Club de los 60, salimos en dos autocares un grupo de jubilados de Castilla León, para tomar el avión en la T-4 de Barajas.
Según me facilitó una azafata de vuelo, el avión que nos llevó hasta Buenos Aires fue un modelo de Iberia Airbus 340/600 que llevaba 352 pasajeros a 34000 pies de altura y una velocidad media de 900 km/ hora.
Recorrió los 10.000 km/ aproximados que separan Madrid de Buenos Aires por una ruta casi recta, pasando más o menos sobre Sevilla, bordeando la costa africana, Tánger, Casa Blanca, Sahara, Las Canarias y Dakar, desde donde dio el salto sobre el Atlántico y el Ecuador y siguiendo la ruta ya sobre suelo de Brasil pasando por Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo, Puerto Alegre y ya en Uruguay Montevideo, aterrizando sin novedad en el aeropuerto internacional de Buenos Aires.
Para que estas 12 horas de vuelo fuesen más llevaderas Iberia sirvió un variado catering en cena y desayuno, amén de tener a dos personas toda la noche atendiendo al que no podia dormir ofreciéndole un refresco o sandwich.
Los trámites de identificación en aduanas y entrega de maletas resultaron muy engorrosos por las retorcidas y largas colas que tiene que aguantar la gente para hacer cada uno de los trámites.








Buenos Aires tiene una superficie de 202 km². Es la capital de la República Argentina, donde se concentra la mayoría de su población. Su área metropolitana ronda los 3.000.000 de habitantes, pero si incluimos al gran Buenos Aires llega a los 10.000.000, siendo una de las 10 urbes más pobladas del planeta.















Buenos Aires fue fundada dos veces. En 1536 El Adelantado Pedro de Mendoza formó un pequeño núcleo que tuvo que abandonar ante el ataque de los indios Carandies dejando abandonadas los pocos caballos y vacas que le quedaban.


















Nuestra excelente guía local, Graciela poseedora de mucho bagaje histórico y facilidad de palabra, al terminar este pasaje añadió el que consideraba el primer manifiesto femenino práctico. Nos contó como una pocas mujeres que acompañaban esta fracasada expedición supieron ayudar a mantener a este hambriento grupo, empleando como viandas a cuantos bichos encontraban en la selva, como ratas, serpientes y hasta cocieron el cuero para poder salva a la mayoría del grupo en que se llegó a practicar el canibalismo.




Cuando pasados 50 años llega el repoblador Juan de Garay las pocas reses abandonadas, con el excelente pasto de La Pampa se multiplicaron espontáneamente llenando bastas regiones.











Tanto Pedro de Mendoza como Juan de Garay pusieron nombre a la ciudad con advocaciones Marianas que terminaba siempre con el calificativo de Buenos Aires nombre actual de la ciudad.
La ciudad tuvo su nacimiento en el rollo de la plaza de España rodeada entonces de la espesura de su fértil campiña.
En 1806 y 1807 Buenos Aires sufrió la invasión de las tropas inglesas, pero fueron expulsadas por una incipiente y heroica milicia popular. Este acto motivó a sus habitantes a nombrar sus propios representantes declarando en 1824 a Bernardino Rivadavia primer presidente de la República Argentina.
Buenos Aires tiene muchos barrios y el trazado de sus calles y avenidas es en cuadricula orientadas de Este a Oeste y de Norte a Sur.
El punto más céntrico es la plaza del Cid Campeador donde empieza el barrio del Caballito. Otro barrio muy típico es el de Boca. Nos contó nuestra guía que fue formado mayoritariamente por emigrantes italianos que quisieron formar su república.
Cuando llegaban al pequeño puerto se instalaban como podían en pequeños apartamentos habitados por catorce o más personas. La necesidad de la cama caliente donde dormían varias personas también se empleó aquí con profusión.
Triste destino el del emigrante, que antes como ahora, siempre le toca pechar con las más difíciles condiciones de vida.







Pero haciendo gala de humor inquebrantable se formó la ruta peatonal Del Caminito, que es quizá la estampa más conocida de Buenos Aires. En él se concentran numerosas cantinas que ofrecen platos italianos y espectáculos espontáneos de tango callejero.

La fachada de muchas casas de este barrio está pintada con lo que sobraba de la que utilizaban para pintar y reparar los barcos.
Los italianos quisieron formar solos una república pero no cuajó.

Raquel se hizo una foto con un mimo muy simpático. También existen en esta calle vendedores ambulantes de los más diversos objetos, todo dentro de un bullicio y alegría desbordantes, a pesar que los signos externos no demuestran mucha bonanza económica.









No puede faltar la visita al campo de fútbol del club atlético Boca Juniors, que llaman la Bombonera. Con su pasión desmedida por el fútbol tienen en la fachada del estadio unos medallones con las caras de los jugadores más celebres del club, presididos naturalmente por Maradona.
Dicen que ver en la Bombonera un partido de fútbol entre el Boca Juniors y su eterno rival El River Plate es el espectáculo mayor que se puede ver aquí.
El barrio de San Telmo es el que muestra las raíces más profundas de Buenos Aires. Contiene el Museo Histórico Nacional, que entre sus cuatro mil piezas se encuentra el sable del general José de San Martín.
También está en este barrio la plaza Dorrego donde se celebra los domingos una gran feria de antigüedades. También sirve de escenario de varias conmemoraciones históricas.
En este barrio están los bares que llaman milongas donde se baila el tango más tradicional y popular.

sábado, 14 de noviembre de 2009

EXCURSIÓN A VILLALÓN

El pasado día 30 de Octubre, patrocinado por Escuelas Campesinas, disfrutamos de una excursión en este importante pueblo, centro geográfico de la extensa zona de tierra de Campos. Acaso hayan pasado 25 años en los que vendía mi cosecha de lentejas, en el centro de tratamiento y empaquetado que aún perdura y del que salían envasadas varias legumbres con el renombrado nombre de la “Asturiana”.









Esta empresa, junto a la fábrica de quesos daban trabajo a un buen número de mujeres, que contribuyó como freno a la emigración masiva, que sufrieron muchos pueblos de esta comarca.
En aquellos años conocí el gran mercado de queso que se celebraba en un ángulo de su amplia plaza, los sábados, a los que concurrían muchos labradores para hacer sus compras.



















De aquel Villalón al de hoy se aprecia mucha diferencia, pues se han retocado con mucho gusto, las fachadas de sus casas y el afirmado de sus calles. Pero a mi entender donde han tenido que hacer un grantrabajo técnico de replanteo, es en su calle principal y en los soportales, cuyas casas están a diferente nivel y que actualmentetienen acera propia a nivel de entr
Visitamos el museo del calzado que un buen comercio de este género tiene montado en su primera planta.














Subiendo la escalera tienen una reproducción a tamaño natural de los zapatos de lujo que llevaron los sobrinos del príncipe Felipe el día de su boda. Un poco más arriba lleve una sorpresa al contemplar en una vitrina bien iluminada, unas botas de jugar al fútbol iguales a las que conservo en casa, como recuerdo de mis andanzas futbolísticas. Esta visión me hizo recapacitar lo viejo que soy, ya que el modelo de botas que use son ya motivo de contemplación en un museo. Esta familia, que se remonta a tres generaciones de artesanos zapateros, expone una buena colección de zapatos y botas altas muy artísticas, confeccionadas por sus antepasados, que por sus dibujos y complementos demuestran su maestría en el oficio. También conservan en buen estado las hormas especiales que usaban para hacer calzado ortopédico, a la medida de los pies del cliente.















Recordé las herramientas que se usaban en la reparación casera como la planchuela, montada en un tronco con tres patas. La bigornia llamada también cuello de cigüeña por su forma, tan necesaria para remachar algún clavo saliente en los pisos del calzado y la pinza demadera con la que se sujetaba para coser dos trozos de cuero. Leznas curvas y rectas, máquinas Singer para coser cuero y un sinfin de herramientas que se necesitaban para pulir y abrillantar el cuero. Para que viéramos unas lecciones practicas, había un zapatero cosiendo sobre la plantilla sujeta a la horma, como principio de la construcción de un zapato.
Luego asistimos a unas clases de risoterapia que nos dio una licenciada en psicología. Nos enseñó principalmente las posturas, gestos y sonidos que incitan a la risa.

Casi ya fuera de Villalón, en una amplia nave un Sr. aficionado a lo antiguo ha reunido una buena colección de aperos y maquinaria agrícola. Sentí nostalgia al ver una máquina sembradora de mulas, marca La Musa, idéntica a la que yo empecé a sembrar a maquina, que en aquellostiempos era una verdadera novedad.






También había una maquina seleccionadora de cereales, casi igual a la que tuvimos en casa. En un cobertizo lateral tenía el clásico carro castellano de par de mulas, con sus dos modalidades de enganche con bolera o violín.Trisurcos, arados y balancines que me hicieron recordar los tiempos en que trabajé con ellos. Pasamos un buen rato en este interesante museo y fuimos a comer a un moderno Hotel Rural Restaurante, situado frente a las escuelasl aborales ya casi en las afueras del pueblo, que se llama Venta del Alón.



















Por la tarde un guía local nos explicó, con muchos detalles los monumentos más notables de este pueblo.
Como no podía ser de otra manera empezamos por el célebre Rollo que pregona la famosa cuarteta: "Campanas las de Toledo, Vidrieras las de León, Reloj el de Benavente y Rollo el de Villalón".


















Magnífico este Rollo de estilo gótico florido que se tiene por el mejor de España. Fue construido por maestros canteros que trabajaban en la catedral de Burgos y trajeron también la misma clase de piedra caliza. Es de los llamados jurisdiccionales que marcaban los límites de su zona. Les diferenciaban de los justicieros en no tener en todas sus bien labradas caras ningún gancho metálico, donde se colgaban las cabezas de los ajusticiados.
Tiene un marco muy en consonancia con su categoría. Se levanta en una gran plaza, considerada una de las mayores de España y se esta restaurando la mitad contigua a la calle principal. La otra mitad ya restaurada cuenta con una plataforma elevada muy acta para presentar actuaciones o como trinquete de bandas musicales. En su parte Norte se levanta la iglesia donde se venera la Virgen De Las Fuentes, Patrona de Villalón.









Su alta torre consta de tres cuerpos de piedra, rematada con uno de ladrillo. Un artístico cimborrio adorna su tejado. Al entrar en su interior te da la sensación de estar en una catedral. Su amplia y alta nave central lleva adosadas dos laterales,con bóvedas nervíadas, que se cruzan y hacen un conjunto muy armonioso. Todas las paredes laterales han sido limpiadas de una gruesa capa de cal, dejando al descubierto la belleza de sus columnas. Sobre la entrada tiene un arco rebajado construido con tan buena técnica en la construcción con ladrillo, que dicen es el de más anchura que se conoce. Sobre el se asienta un soberbio órgano de grandes tubos de plomo muy actos para producir sonidos muy profundos, que ordenan sus dos teclados. Tiene varios sepulcros pero el de más mérito es uno donde está enterrado un canónigo de la catedral de León, a cuya diócesis pertenecía entonces Villalón. También tiene aquí su sepulcro Juan de Torquemada, hermano del célebre Inquisidor. El techo de la capilla lateral que tiene la influyente familia de Los Quirós es el más primoroso artesanado que yo he visto. En el suelo tiene una lápida conmemorativa de esta extensa familia, que tenía propiedades en media España. En el cercano pueblo de San Llorente del Páramo aún perdura un amplio palacio de esta familia que casi abarca todo el pueblo. Como prueba de su grandeza esta familia tenía un egocéntrico emblema. “Después de Dios la Casa Quiros”
Al atardecer terminó esta didáctica excursión, agradeciendo a Escuelas Campesinas su buena organización.

OTRAS FIESTAS DE SAHAGÚN
















El día 28 de Octubre se sigue celebrando la feria de San Simón,que con el paso de los años ha cambiado bastante. En los años del 40 al 70 era una feria al uso de las de esta comarca, con concurrencia de ganado mular y vacuno en la plaza y aledaños en que actualmente se levanta la Formación Profesional. También muy concurrida era la del ganado lanar, por ser la época de vender el deshecho de las ovejas viejas y los corderos ya mayorespara el sacrificio. Acudían también los pastores con buenos lotes de cencerras de diferentes tonos, que hacían sonar para que el comprador probara la calidad y sonido de cada una, formándose como un concierto cencerril.
Esta feria de San Simón también se ha denominado la de los pavos, porque a ella acudían buenos lotes de ellos. Eran cebados casi a mano desde pequeños y luego echados a pacer como verdaderos rebaños, en los rastrojos de los pueblos de páramo limítrofes a Sahagún.






El tiempo que trascurre desde esta feria a la Navidad es el justo para darles una alimentación especialmente diseñada para su engorde y sacrificio en las fiestas navideñas.







Al faltar esta crianza se pasó a denominarse la feria de los puerros, cuyo cultivo en la vega del Cea está por estas fechas en la óptima sazón para recogerlos.


















Podéis comprobar que el paso de los años ha ido dando a esta antigua feria diferentes nombres, según los productos que en ella sevendían.

Actualmente lo más importante de ella es la exposición de maquinaria agrícola que se instala en los aledaños del palacio de los deportes.
También estas ferias tenían su lado lúdico, pues alguna compañía de teatro montaba su teatro portátil en la plaza de San Lorenzo. Casi con el mismo elenco de actores que tenían en Madrid, representaban las obras más clásicas de nuestro teatro, de autores españoles y extranjeros. Como muchos padres iban acompañados de sus hijos, para que a estos les resultara más ameno, empezaban con un sainete cómico que distendía el ambiente. Seguían con la obra principal, que podía ser comedia de fondo, de enredo o tragicomedia. Si era buena obra te hacía pensar cuando salías, que es el mayor misterio del teatro. Y para terminar, dando satisfacción a la mucha gente joven que también asistía, casi con los mismos actores pero con diferente indumentaria, organizaban como una revista musical muy animada yvistosa. Un recital de las canciones más modernas servía de fin defiesta.
Con este espectáculo tan variado la gente salía satisfecha de haber pasado más de dos horas olvidándose de los problemas diarios. Con estos alicientes acudía la gente de los pueblos cercanos, que junto a los de Sahagún mantenían estas compañías teatrales, a veces hasta una semana con dos sesiones diarias.
Otro espectáculo que se daba con frecuencia era el circo. En aquella su época dorada en que había varios recorriendo toda España, alguno hacía alto en Sahagún por pocos días. Gran expectación promovía en toda la región la llegada del circo, anunciado de antemano con una propaganda rumbosa y colorista.
En aquellos años que no había televisión, internet ni consolas de juegos, el espectáculo tan variado del circo gustaba a todos. Traían un buen repertorio de payasos, en algunos casos de fama internacional como Charlie River que sin decir una sola palabra y valiéndose solamente de una silla, emitía solo como un aullido que hacía destornillarse al público.





















Gustaban mucho los equilibristas y gimnastas con sus demostracionesde destreza y fuerza. Un buen parque de elefantes, caballos, perros y otros muchos animales servían para lucimiento de sus domadores, que hacían con ellos cosas inverosímiles y de mucho peligro.
Muy espectacular era también la actuación de los trapecistas que a la altura de las lonas del techo realizaban ejercicios muy arriesgados. Uno de ellos era el llamado triple salto mortal, que no todos los trapecistas se arriesgaban a hacer. Lo realizaban dos trapecistas de cualidades diferentes. El llamado portor o recibidor tenía unos brazos muy desarrollados y potentes y unas piernas en consonancia para agarrarlas al trapecio y aguantar el empuje de los dos saltadores. El otro compañero de salto era de complexión física más liviana que favorecía su gran agilidad y rapidez de movimientos. Puestos en dos trapecios frente a frente, iniciaban unos vaivenes de ensayo acompasados, poniéndose el recibidor boca abajo y con los brazos extendidos en actitud receptiva. El volador de pie bamboleándose sobre el trapecio, aguardaba la orden seca de su compañero girando tres veces seguidas sobre si mismo, agarrándose a los brazos firmes de su compañero. De la fuerte inercia que un cuerpo humano girando rápido en el espacio llega a alcanzar, lo demostraba el fuerte chasquido que se escuchaba cuando las manos del lanzado chocaban con los brazos del que recibía, resbalando hasta las manos que unidas aguantaban el empuje del salto. Con un balanceo muy vistoso soltaban las manos y el lanzador egresaba a su trapecio.
Si he detallado tanto este salto ha sido por la nostalgia que sentí este último San Antolín en Palencia, cuando siguiendo la tradición asistí a una pobre exhibición de circo. Cuando entras sientes una sensación de vacío, pues estaba ocupado acaso por menos de un tercio de las localidades. Esta falta de público, debido principalmente a los inventos modernos que ya dije, es lo que hace presagiar desgraciadamente el final del circo.

Un grupo de payasos intentaba hacer reír a la mayoría del público formado por niños. En la exhibición de animales se echó en falta a los grandes protagonistas de la emoción como leones, tigres y demás fieras, limitándose a una exhibiciones con poco gancho de elefantes y caballos amaestrados. Pero donde se notó más el bajón fue en los trapecistas, que rodeados de redes de seguridad por todas partes, privan al público de la emoción de este espectáculo. Vistos desde abajo parecía que estaban actuando dentro de una jaula, como los domadores de antes, realizando varios ejercicios y un protocolario doble salto mortal.

Hablando de redes de seguridad me vino a la memoria la singular Pinito del Oro, que también actuó en Sahagún, instalando su gran circo en la era-solar que hoy ocupa la telefónica y casas adyacentes. Esta gran trapecista de fama mundial no usaba ninguna red de protección. Como ayuda, que creo era más psicológica que efectiva, confiaba en que su marido desde el suelo siguiera sus evoluciones, para que en caso de fallo pudiese amortiguar la caída recibiéndola en sus brazos. Esta arriesgada técnica demostró tener poca efectividad, pues en los tres casos de fallo sólo en uno pudo hacer algo su marido que salió también lesionado y en las dos restantes sufrió gravísimas lesiones, que sólo con su voluntad indomable supo sobreponerse y volver a actuar. Daba vértigo y escalofrío verla actuar en las alturas en toda clase de posiciones en el trapecio. Era tal su dominio que pisaba en él, sin valerse de las manos, como si pisara en tierra firme, lo mismo en vertical que invertida apoyada en su cabeza. Pero el ejercicio que más emocionaba al público era cuando apoyaba solamente dos patas de una silla sobre el trapecio. Sentada sobre ella iniciaba, en el más difícil equilibrio, unos vaivenes con los que llegaba a tocar la lona del techo.


Como podéis ver por Sahagún pasaban los principales espectáculos que entonces había en España. Para lograr su continuidad el público tenía a gala asistir a todos ellos

viernes, 6 de noviembre de 2009

FIESTAS DE SAN JUAN DE SAHAGÚN











Por estar San Nicolás, mi pueblo, a sólo seis kilómetros de Sahagún y a pesar de ser provincia de León, ha sido y seguirá siendo el centro comercial, cultural y de recreo de los pueblos de su entorno. Si esta atracción se notaba en la vida diaria, cuando llegaban las fiestas de su patrono San Juan de Sahagún, que se celebran el doce de Junio, acudían a celebrarlo la inmensa mayoría de su comarca.
Además de la corrida de vacas que se celebraba en la plaza mayor,rodeada de talanqueras y tendidos, en la plaza de toros se daba la corrida seria y principal el día doce, alguna corrida de rejones y la charlotada a cargo de una compañía de enanos, muy en boga entonces.


Recuerdo un año que asistí de adolescente con mi padre, aficionado taurino sólo en estas fiestas, a la corrida en que alternaba como espada principal Torerito de Málaga, muy alabado por la critica que le ponía en los primeros lugares del escalafón taurino. Aunque su actuación no defraudó, tampoco respondió a la expectación que había generado. Esto es muy corriente en las grandesfiguras cuando tienen que actuar en estas plazas de tercera sin el apoyo, muchas veces abusivo, de los picadores. Al reclamo de su nombre se llenó la plaza y fuera de ella había ese ambiente de calor taurino que se transmite a todo el mundo, en las horas precedentes a la corrida.




Aquel año el ayuntamiento tiró la casa por la ventana, contratando para animar las fiestas a la célebre banda de música que se llamaba del “Negro Aquilino”. Recuerdo, como si lo estuviera viendo, la imagen de su director,cuya sudorosa tez morena contrastaba con el dorado de su uniforme. De sus mangas colgaban unos largos flecos, que relucían con la luz del sol. Iba delante de su numerosa y bien uniformada banda empuñando una larga batuta con la que imponía el ritmo. Cuando la partitura exigía una atención especial daba la cara a la banda andando hacía atrás, con un ritmo y donaire que electrizaba a la gente aplaudiéndole a rabiar.
Algún año había corrida de rejones en la que participaban caballistas de renombre. Aunque resultaba un espectáculo muy vistoso,por la maestría del rejoneador y la buena estampa de los caballos que montaban, estas corridas no despertaban la emoción del peligro que encierra siempre la lucha del hombre de a pie frente a la bravura del toro.



















También había entonces mucha afición a las charlotadas, cuyo público se divertía riendo los lances cómicos, especialmente los niños acompañados de sus padres. Estos enanos, vestidos con trajes de luces o de bomberos, hacían gala de una agilidad y valor que entusiasmaba al público saliendo casi siempre satisfecho del espectáculo.















No faltaban aficionados a las corridas tradicionales de vacas en la plaza mayor, que se pasaban toda la tarde intentando dar un buen paletazo a la vaca. Por el gran resabio que estos pobres animales cogían en las diferentes plazas que las toreaban, acercarse a ellas no era cosa fácil, pues parece que adivinaban a quien intentaba apalearlas saliendo rápidamente a por él para darle un buen susto. Aclararé a los jóvenes que en estas corridas estaba prohibido usar capotes o prendas con las que se pudiera engañar a la res. No se usaba más que una vara con la que pudieras defenderte y producir emoción si a cuerpo descubierto intentabas llamar su atención.
Cuando la noche ponía fin a la corrida, para reponer fuerzas, acudíamos a los restaurantes y según fuera el número de comensales contratábamos para cenar conejos o pollos. No era nada extraño que los conejos guisados que nos servían tuvieran dos cabezas y los pollos un solo muslo, pues esos días valía todo y tratándose de gente joven, que todo lo aguanta, mucho mejor.
Los bailes de Goyo y la Pista estaban muy animados. El año que se inauguró la pista constituyó una novedad que no había existido en Sahagún. Tenía mucho aliciente poder bailar al fresco en una amplia e iluminada pista u optar por hacerlo en un buen salón. En ambos casos a los sones de una nutrida orquesta.
Estas fiestas solían terminar a las tres de la mañana, hora en que en grupo emprendíamos el regreso al pueblo. Llegábamos cansados pues después de una tarde de fiestas teníamos que andar seis kilómetros de propina.
La educación espartana que entonces nos imponían nuestros padres no permitía que se perdiera una jornada de trabajo. Así que nada más cambiarnos de ropa poníamos los aperos a las mulas y salíamos a arar como todos los días. Con la brisa fresca del amanecer intentábamos hacer la labor de otros días, pero cuando llegaban las nueve y el sol empezaba a calentar se notaba la resaca de la fiesta.
La jornada de trabajo a final de primavera se repartía en dos tandas, en medio de las cuales se hacía el almuerzo. Este era un averdadera trampa pues como lo hicieras a la sombra de una manta puesta sobre las manillas del arado, con el frescor de la tierra del surco,te entraba un sueño tan profundo que no te despertabas ni a tiros. En esos días era una regla no escrita pero observada por todos que si a las doce, que era la hora de volver a comer a casa, algún compañero seguía durmiendo se le despertaba y así llegaba a casa a la hora de siempre. Con las dos horas de siesta después de la comida, por la tarde se entraba ya con el ritmo normal. Así transcurría nuestra juventud con el consentimiento tácito de nuestros padres, que intentaban enseñarnos a compaginar las horas de fiesta con las de esfuerzo en el trabajo.