sábado, 27 de febrero de 2010

EL IMSERSO Y EL CLUB DE LOS 60







Estas siglas significan Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Fue fundado en el año 1978 y desde entonces se encarga de programar turnos de vacaciones a los jubilados para cubrir las plazas que en la temporada baja los turistas dejan de ocupar.















Sin esta ocupación muchos hoteles se verían obligados a cerrar agudizando más el problema del paro. Actualmente la gama de edades que abarca este sistema es muy amplio, dado que en años pasados se prejubilaron muchos empleados en muchas empresas tanto oficiales como particulares.
En esta escala de edades podemos considerar tres grupos principales. El que va de los 50 a los 70 años, gente relativamente joven que encuentran en los hoteles del IMSERSO un formidable apoyo para hacer su turismo particular, moviéndose con soltura tanto en coche particular o aprovechando el trasporte de autobuses o tren.
Esta fue también nuestra época dorada de vacaciones pues con nuestro coche fuimos desde Moratinos hasta Alange, donde recorrimos muchos pueblos de Extremadura y algunos de Portugal.














La segunda época puede comprender desde los 70 a los 80 años,donde las facultades físicas van mermando, teniendo que depender de las muchas excursiones que se organizan a los lugares más próximos al hotel y lugar asignado. Estas excursiones colectivas resultan interesantes si el guía que las dirige es ameno y te sabe explicar todo lo que vas viendo.



















Recordamos gratamente a un guía que tuvimos en Mallorca, todo un compendio de sabiduría, simpatía y meticulosidad, explicándonos cualquier tema que surgiera. Nos decía que en Mallorca no hay ninguna universidad que enseñe medicina, derecho o cualquier otra de carácter técnico, pero en cambio se enorgullecía de tener en la isla la única universidad de guías turísticas de España. De esta universidad salen los mejores guías turísticos, tanto a nivel nacional como internacional, con un buen bagaje de idiomas para atender a toda clase de turistas.
Además de estos requisitos el buen guía debe tener un gran conocimiento de toda clase de saberes tanto de ciencias como del etras, conjunción que se daba en el que anteriormente he mencionado.
Luego viene la última etapa de los 80 años en adelante, que aunque parece ver a muchos jubilados en plena forma, los años no pasan en balde y tienes que conformarte con excursiones cortas o ir a alguna que no hayas visto. Estas son las menos pues en el transcurso de los años son muy pocos los lugares de interés que no hayas visitado. En cambio esta época es la mejor para comentar en amena conversación los cambios y vicisitudes que has tenido en tu vida.
Visto desde la perspectiva que dan los años, pueden darse diferentes enfoques, todos ellos válidos, que contrastados pueden ser una información muy valiosa.
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En Castilla León, como complemento del IMSERSO, tenemos al CLUB DE LOS 60, al que pueden pertenecer todos los que alcancen los 60 años y vivan en esta autonomía. Por este organismo disfrutamos varias vacaciones, algunas de largo alcance, como un crucero por el Adriático y Mediterráneo visitando sus capitales más importantes.




















Últimamente hicimos un viaje a Argentina, donde además de conocer una nación tan lejana y grande en extensión, tuvimos la ocasión de conocer a algunos familiares nuestros.













Los servicios que presta el CLUB de los 60 son algo más caros que los del IMSERSO, pero pueden darse por bien empleados, pues sus servicios y hoteles tienen más calidad. También el personal que se encarga de las expediciones, casi siempre no baja de tres personas, están muy atentas a las incidencias que puedan surgir en el grupo. Ya conté en la crónica de Argentina el meritorio trabajo burocrático que desarrollaron para lograr la documentación robada a un matrimonio para volver con todos nosotros. También recuerdo con ocasión de una excursión a Oviedo, la agradable sorpresa que nos produjo un guía de nombre y atuendo gipsy, pero con un bagaje intelectual fuera de serie, que nos demostró nada más llegar en la conferencia explicativa de la estancia en el hotel.
Este buen guía, que era natural de Palencia y conocido de vecinos nuestros, nos confirmó que las apariencias engañan y que a las personas hay que juzgarlas por los méritos personales que tienen y no por la manera de vestir, que muchas veces se aparta de las que nosotros juzgamos tradicionales.
Tan enganchado quedé de su erudición, que no dudaba en cambiarme de grupo para ir siempre en el que él regentaba.


Con estas dos instituciones a nuestro servicio debemos estar contentos y agradecidos por poder alternar sus viajes programados a nuestra mayor comodidad

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