domingo, 6 de junio de 2010

EXCURSIÓN A LA MONTAÑA PALENTINA
















El día 26 de Mayo de 2010, organizada por Escuelas Campesinas, realizamos la visita a esta bella región que está en plena expansión turística y ha mejorado bastante en todos los aspectos.
Aunque ya la habíamos visitado varias veces, es tal el variado conjunto de sus matices, que siempre se encuentra alguno que no llegaste a apreciar, o ha cambiado con el paso de los años.
Según te vas acercando a sus montañas aprecias su grandeza, el intenso verde de la mayoría de sus laderas y algún resto de nieve que se conserva inmaculado en las cumbres a finales del mes de Mayo.
Al entrar en la zona la carretera serpentea junto al pantano de Cervera lleno a rebosar, pues sus aguas casi lamen el firme de la carretera, cubriendo los árboles de la ladera que asoman solamente sus puntas.
Qué diferente aspecto presentan los pantanos llenos con el color azul de sus aguas que combinan con el verdor intenso de la vegetación de sus laderas. En cambio, cuando llega el estiaje, con la bajada de las aguas muestras una faja de color ocre-terroso y,en algún caso extremo, la triste silueta del campanario y casas del pueblo sumergido.
Este es el tributo que hemos de pagar si queremos fomentar la riqueza, tanto económica como ambiental, convirtiendo los páramos de secano en auténticos vergeles.
Llegamos a Cervera donde se aprecia un buen desarrollo urbanístico como corresponde a la cabecera administrativa y comercial de esta laboriosa comarca montañesa.















Intentamos visitar sus bellas iglesias pero no pudimos por estar cerradas contentándonos verlas por el exterior.


















Visitamos también San Salvador de Cantamuda, pueblo típico de montaña, con su hermosa iglesia rematada por esbelta espadaña de cuatro troneras, de las que penden cuatro campanas de diferente tamaño y sonido.
También destaca su redondo ábside y pórtico con arcos de medio punto, como corresponde a su estilo románico.
En el interior de su iglesia recordamos el singular comportamiento que tenía un sacristán de los de antes, organizando lo relativo al culto y canciones populares y gregorianas, con lo que la misa que oímos allí un domingo nos resultó gratamente amena.
Al encargado, que afablemente nos enseñó la iglesia, le pregunté por la suerte del buen sacristán y me dijo que había ejercido como tal mientras le acompañaron las fuerzas y que actualmente estaba en una residencia de ancianos.
Triste fatalidad la nuestra en la que el paso de los años nos priva de disfrutar de cualquier meritoria labor, que el tiempo no debe borrar de nuestra memoria.
Luego nos dirigimos a la moderna planta embotelladora de agua mineral Fuentes de Lebanza que aquí tiene instalada una sociedad palentina.














Después de explicarnos los diferentes envases en que ofrecen el agua, según los gustos
comerciales de cada región y clientela, pasamos a ver desde una pasarela la moderna maquinaria.
Empiezan con la fabricación de envases que va dentro de un horno donde soplan aire que expande la botella dentro de un molde, que les da la forma definitiva.
Luego pasan al llenado con agua mineral pura que traen por tubería cerrada, desde un manantial que esta a mil cuatrocientos metros de altitud, en el corazón del parque natural de Fuentes
Carrionas, donde está resguardado de actividades contaminantes que puedan perjudicar su pureza.
Muy interesante resultó ver la perfección con que la compleja maquinaria realiza las labores de tapado, etiquetado y embalado en diferentes unidades y modelos para finalmente asentarlo sobre un palé formando un fardo compacto para su fácil transporte.
Una amable guía nos fue explicando todo el proceso y nos obsequio con seis botellines de agua de Lebanza.
Con el tiempo justo nos acercamos al restaurante Cortés ya en Aguilar de Campoo, donde nos dieron un menú del día muy completo, consistente en una paella abundante y bien condimentada y un segundo de chuletas de ternera o salmón más quesada y café con lo que repusimos nuestras fuerzas.



























Después de pasear por los grandes soportales de la plaza mayor, echamos en falta el típico olor a galletas que antes impregnaba el ambiente debido a la proximidad de la fábrica de galletas Fontaneda que fue trasladada de aquí por una empresa extranjera.
La no menos famosa de galletas Gullón tiene la fabrica muy moderna situada bastante lejos de la població
Tiene Aguilar un museo que por su característica podríamos estimar como único. En tres plantas y buhardilla está reunida la ingente labor del Señor Ursi, un enamorado de trabajar la madera que en sus muchas tallas parece como si doblara la madera, cuando en realidad no era más de una concienzuda labor de ahuecar la madera con una talla muy costosa e imaginativa.
En homenaje y recuerdo de su gran labor artesanal Aguilar le ha dedicado una plaza con su nombre.




















Estando en Aguilar es casi una visita obligada al monasterio de Santa Maria la Real que desde la otra vez que estuvimos en él ha mejorado en todos sus aspectos. Por falta de monjes actualmente se dedica a un instituto de enseñanza media y atender a los muchos turistas que lo visitan.








Nos atendió una guía de turismo muy competente, explicándonos los principios de la fundación del monasterio y los muchos privilegios que los reyes y nobles hacían al monasterio, cuyos monjes tenían mucha autoridad en esta comarca.
Con la desamortización de Mendizábal acabó su época dorada quedando deshabitado y casi en ruinas. Esta ocasión fue aprovechada por el museo arqueológico de Madrid para apoderarse de lo más valioso como los hermosos capiteles que en su claustro tenían.
Como mudos testigos quedaron unos toscos capiteles sin labrar y cuando llegó la época de la restauración, que llevaron a cabo unos entusiastas enamorados de este estilo de Palencia, los trozos de los antiguos que quedaron tirados fueron acoplados a los nuevos con lo que
el contraste es muy grande si comparamos la talla antigua con el pegote moderno.
Después de recorrer todo el claustro, entramos en la sala capitular, que es según nos dijo el guía, donde los monjes celebraban sus reuniones y podían hablar con cierta libertad, pues todo el demás tiempo lo pasaban en silencio, siguiendo la observancia estricta de su
orden Premostracense fundada en el siglo VIII.
Está formada por un hermoso espacio cuadrado, que remata una bóveda de crucería con una lucera en forma de cuatro hojas de trébol, a la que saque una foto por su gran belleza luminosa.










En el centro de este cuadrado, junto a hermosos capiteles y piedras con la inscripción votiva del estreno de iglesias, han representado con airosas figuras, como era la vida montañesa en el
tiempo que se construyó el real monasterio. Como reclamo principal de los turistas, la iglesia la han dotado de grandes avances modernos.
Con un juego de cámaras cruzadas han logrado que se proyecten imágenes en sus muros laterales y en el de frente.
Junto a cada columna han instalado en el suelo unas lámparas alógenas con diferentes colores, que acopladas al circuito de las cámaras hacen un espectáculo de colorido excepcional.
Se ve que la influencia y buena mano de Peridis, que lleva muchos años al frente del patronato, a surtido buen efecto en la modernización del Monasterio.
En una tarde serena y primaveral, los rayos del sol brillaban sobre la poca nieve que hay en sus cimas, emprendimos el regreso a nuestras casas, contentos de haber realizado una excursión muy variada y amena.
Otra más en el haber de Escuelas Campesinas .

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