jueves, 22 de julio de 2010

SIGO CON LAS CRÓNICAS DE PEREGRINOS

Domingo 4-7-2010



En este día han pasado varias familias. De mañana pasaron dos mujeres peregrinas que por su gran parecido las conceptué como hermanas. Mas al ponerlas el sello en su Compostela me dijeron que eran madre he hija y eran naturales de San Francisco U.S.A. ¡Con qué solicitud y amor acudió la hija a quitarle la mochila y volver aponérsela a su madre! Con ánimo de agradar la hija puso en el libro de firmas “qué bonito está aquí” acaso la única frase que sabia en castellano, que yo agradecí por señas.
















Con el mismo talante de alegría marcharon dispuestas a recorrer el camino que aún las quedaba hasta Santiago.
De unos días a esta parte los peregrinos en bici casi superan a los andantes. Tres ciclistas pasaron procedentes de Brasil, todos bien conjuntados y guardando estrictamente las normas de seguridad, por lo que llevaban puestos los chalecos reflectantes, que dijeron eran obligatorios. Al hijo de este matrimonio, como concesión paterna, le dejaron quitar el chaleco que con el calor debe ser incómodo, pero le tuvo que poner tapando el equipaje que llevaba detrás del sillín, para que fuera bien visible.













Salpicando este paso de ciclistas pasaron andando Fernando de Bilbao, Margarita de Burgos, y otro de nombre que no entendí. De localidad puso Leizarra- Estella.
Cuando empezaba a calentar pasó una caravana ciclista de diferentes edades, que llevaban muy arropada entre ellos a una casi niña. Creo que era el padre el que la remolcaba tirando de su bici con una cinta un poco flexible.
Me hicieron señas que no podían parar, por lo complicado que resultaría reanudar la marcha. Los que si pasaron un buen rato para descansar fue una familia de Vizcaya compuesta por Javier, Andoain y Rubén Larrañaga con su madre Gloria Intxausti. El hijo más pequeño no creo que pasara de nueve a diez años, llegó un poco rezagado escoltado por su padre. ¡Que admiración me produjo la delicadeza y sano empeño que este buen matrimonio desplegaba para hacer que sus hijos, a la vez que crecieran físicamente fuertes, fueran educados y a tratar con la gente! Como ejercicio práctico al más pequeño le encargaron de poner al día las cuatro Compostelas, lo que hizo con mucha soltura. Luego se interesaron por las cuevas del castillo, que figuran en el sello, y como se había abandonado el cultivo de los majuelos, a los que ellos llamaban viñas. Les comenté que al emigrar la gente joven decayó su cultivo. Al mismo tiempo contribuyó la subvención que el Estado concedía por su arranque.
Como el calor ya aprieta en estos días y querían llegar pronto a almorzar, les recomendé que fueran por la más corta pista, que va paralela a la carretera Nacional 120.
El hermano mayor, con aires de explorador, marchó por el camino viejo de los peregrinos y seguro que llegaría a San Nicolás antes que sus padres. Admiraba ver lo recto y decidido que marchaba en bicicleta el más pequeño enfilando la calle del Ontanón arriba escoltado por sus progenitores.
Casi a la hora de comer pasaron de Italia, Basauri, Holanda,Eslovaquia, y cinco barceloneses. Todos ellos con muchas ganas de reponer las fuerzas en un restaurante.





Sábado 10- 7- 2010-


















En este día pasaron peregrinos de formación muy completa, como Joaquín de Madrid. Aprovechando su buena disposición intenté que me explicara el misterio que parece envuelve a todos los que lo hacen.
A pesar de ser relativamente joven me dijo que había hecho el camino tres veces, no por tener ninguna marca deportiva como de joven aficionado a toda clase de deportes, intentaba ganar un trofeo. Esto del camino es otra cosa. Se intenta lograr una satisfacción y estima personal lograda con el silencio, el caminar concentrado en si mismo y sufrir las incomodidades que un trayecto tan largo lleva consigo. Esto dijo que es lo que más le atrae al hacer este camino, que para él tiene un sentido también religioso. Dios mediante, pensaba hacerle más veces si las fuerzas físicas no le faltaban.





















Luego pasaron tres vejetes muy simpáticos de Villasarracino. Con los calores reinantes a uno le sobrevinieron unos mareos extraños y un compañero le traía en un coche hasta que se le pasaran. Aguardando al otro compañero que venía a pie, pasamos un buen rato comentando la vida en estos pueblos pequeños y los grandes problemas que ha traído consigo la emigración de los jóvenes. Llegó el otro compañero que era aficionado a la fotografía y con su buena cámara sacó estupendas fotos de la iglesia.
Con mi modesta cámara le saqué una foto junto a un joven ciclista, que aprovechó el frescor de la iglesia para descansar. También le vino bien al que sufrió los mareos y marcharon contentos a seguir sucamino.
















Luego llegaron tres catalanes de Reus con su manera peculiar de expresarse. Se maravillaban de las grandes extensiones de terreno que se veían labradas, y si cuando las labrábamos con mulas eran las fincas tan grandes. Les contesté que con la concentración parcelaria se hicieron grandes fincas, aquí hasta de cincuenta hectáreas muy propias para labrarlas con los grandes tractores que ahora se tienen.
Luego me contaron que entre Reus y otra localidad cercana se disputaban el lugar donde había nacido Gaudí. Con mucha gracia decía uno de ellos, que como fue hijo de payeses nació en una masía equidistante de los dos pueblos. Como solución salomónica le han hecho un monumento entre los dos términos. Dimos un repaso a su dilatada obra extendida por toda España. El palacio episcopal de Astorga, el maravilloso palacio de Comillas (Santander) y todas las grandes obras que realizó en Barcelona como la Sagrada Familia, aún sin terminar, parque Guell y la Pedrera.














En Palma de Mallorca su actuación parece que tuvo la oposición del obispo al querer cambiar los bajo relieves antiguos por los suyos.
También se acuerdan de él los turistas que visitan la catedral y no pueden ver las lámparas encendidas, porque en un alarde de inventiva, las construyó con cuencos de calabaza que se incendian si las prenden mucho tiempo.
Tres murcianos llegaron sudorosos y cansados de haber recorrido el árido páramo que se extiende desde Carrión a Calzadilla. Es unverdadero suplicio para el peregrino por su larga extensión y sin contar con un árbol que ofrezca una sombra reparadora.
Comparaban el secano rabioso de esta zona con la escasez de agua que sufre su huerta por el egoísmo de las regiones cabecera de los grandes ríos. Se lamentaban que en años como este se hubieran podido sacar mucha agua para su zona y que miserablemente fue a parar al mar.
Por la tarde llegaron un matrimonio de Santander amigos de Paquito y Julia, que nos invitaron a visitar los muchos monumentos y pueblos de Cantabria. También nos dijeron que las cuevas del Soplao actualmenteya se pueden visitar y son un espectáculo maravilloso, muy concurrido por los turistas

No hay comentarios: