martes, 5 de octubre de 2010

¡¡¡ MISIÓN CUMPLIDA !!!

24-9-2010

Parece que por ser el último día de mi turno, pues cerramos según orden de los patrocinadores el próximo día 26, los peregrinos han pasado con gran afluencia, logrando contabilizar 63 visitas, sin contar los que no entran o pasan por la carretera y su Camino paralelo.
Quizá esto se deba a que el esfuerzo que se requiere para hacer este Camino, sea más llevadero con el clima más suave de este mes de Septiembre.
Como todos los días la pluralidad de peregrinos ha sido sorprendente, pero siempre hay alguno que se destaca por su empeño en saber cosas de aquí.
Milos Sílvan, de la Republica Checa, mirando el crucifijo del altar mayor preguntó si lo sacábamos en procesión por las calles. Para atenerme a la verdad le dije que tal como estaba actualmente no lo sacábamos pero que en tiempos pasados este mismo Cristo, montado en una Cruz más ligera y asequible, sí se le sacaba en las procesiones y en las rogativas de antes de la Ascensión pidiendo la lluvia.
Entrando en confidencias recíprocas me dijo que era católico practicante, como la mayoría de los polacos y que seguían la antigua costumbre de comulgar en ayunas desde el día anterior.
Los Miércoles y Viernes de toda la cuaresma no ingerían ningún alimento hasta la puesta del Sol y otras muchas costumbres recomendadas en la Biblia, de la que son asiduos lectores.
Roberto Blanco ebanista, al verme leer a Delibes en su novela Los Santos Inocentes me dijo que él era también adicto a la lectura y que Delibes y Saramago eran sus autores preferidos.
También me comentó la fina sátira que en esta novela hace el autor del uso, tal vez un poco exagerado, que la Academia impone en el uso de las letras mudas o de sonido igual.
Como lego en la materia, acataba las normas, pero no estaba de acuerdo con la rigidez impuesta. Poco a poco se va fomentando la idea que defendió Saramago sobre estos tema.






















Hasta hoy no tuve ocasión de fotografiar a un japonés. El de la foto me parece que da una imagen de peregrino auténtico, con un rictus de sufrimiento en su rostro por el esfuerzo del Camino.

Un alemán puso en su expresiva dedicatoria “cada vida es un camino.”
David Calzas de Coruña decía que toda su familia se había dedicado al comercio de ferretería y regentaba varias tiendas.














De Torres de la Alameda (Madrid) pasaron, tan simpáticos como siempre, tres chicos y una chica ciclistas, alabando nuestra iglesia y la vida tranquila de los pueblos.
Acaso a alguno de los lectores de mi blog les haya parecido que son demasiados peregrinos, por lo que les pido disculpas. Pero han de tener en cuenta que esta oportunidad no se da todos los días y he procurado, en lo posible, no repetir las semblanzas que cada peregrino libremente expresa.
También he querido que se lleven el mejor recuerdo de este pueblo, que tan pocas variaciones proporciona el resto del año.
Procuremos que, rencillas aparte, con la colaboración de todos, se intente ampliar este servicio que nos puede valer también para la mayor unión del pueblo.

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