miércoles, 31 de agosto de 2011

PEREGRINOS AGRADECIDOS

Como estamos terminando Agosto el flujo de peregrinos va mermando pues muchos de ellos tienen que incorporarse a sus trabajos.
En este día es acaso cuando mejor me he dado cuenta de lo mucho que agradecen lo poco que les damos. El tener la iglesia abierta lo consideran como una deferencia al Camino y a todos los que la visitan y descansan un poco de su largo caminar.
Dicen que en algún pueblo tienen cerrada la iglesia. Al buen peregrino parece como si le faltara algo para completar con estas cortas visitas la idea que todos llevan en su interior, de hacer el Camino con el mayor aprovechamiento.
Como este año ha sido muy abundante en ciruelas, se han llevado algunas para que las tomen en el portal de la iglesia donde también se les sella su Compostela.
Este pequeño detalle es considerado digno de agradecer, expresándolo sinceramente.
Por una falta de previsión me encontré con la batería de mi cámara descargada y no pude hacer alguna foto.


















Diego, Alex, Juan y Bernardo, jóvenes ciclistas que pasaron bien pertrechados de toda la electrónica moderna, suplieron mi carencia y nos sacamos una foto que han tenido la gentileza de mandármela por correo electrónico y que se lo agradezco poniéndola en mi blog.
Esta molestia de mandarme la foto no lo consideran suficiente, poniendo después de sus nombres “Pasaron por el Camino y dejaron su huella. Con ciruelas y la calidez de Modesto” ¡Gracias!
Nunca creí que este pequeño regalo sirviera para expresar la grandeza de ánimo que los peregrinos cultivan en su interior, y que muchas veces no pueden por menos de expresar.
Así se expresaba otra buena peregrina: “Unas ciruelas y un señor que nos acoge con cariño ¿Qué más podemos pedir? ¡Gracias!”B.Yepal.
Como pasan gentes con diferentes idiomas muchas veces no nos enteramos de lo que quieren. Ellos en cambio se fijan en nuestros detalles.
Casi todos expresan su opinión como Jose Luis: “La iglesia es sencilla, acogedora, fresca y buena para rezar y coger fuerzas ¡Ánimo a los vecinos y peregrinos!”

martes, 30 de agosto de 2011

PEREGRINO CONTROLADOR DE PLAGAS... Y OTROS

































Como está de actualidad la lucha contra el topillo, creí conveniente que me explicara algo de su especialidad.
Muy amablemente Juan María Pérez, peregrino de edad madura y residente en Barcelona, me fue explicando los muchos trucos que se emplean para engañar a los animales dañinos y se coman los venenos.
















Comentaba que el mejor veneno para combatir el topillo son unas barras compactas de cebo, que se introducen en sus madrigueras y no se descomponen con la humedad.
El ratón común decía es el más inteligente de todos. Si el veneno se le aplica con granos de trigo impregnados se da maña para escascarillar y limpiar el salvado que por su alto valor energético,
en vez de matarlos les hace engordar.
Contra esta astucia consumada de este animalito hubo que estudiar detenidamente el caso.
Se llegó a la conclusión de que era necesario mezclar el veneno con sémola especial, que no se resisten a probarla y mueren aunque coman muy poco.
Como veterano peregrino que hizo el Camino dos veces me explicó las dificultades de los diferentes tramos del Camino Francés.














Cuando salen de Roncesvalles con las fuerzas intactas, les sirve como entrenamiento el subir y bajar las diferentes montañas sin apenas notar el esfuerzo.
Llega luego el tramo de Burgos a León, para él el más difícil, pues hay que recorrer páramos inhóspitos bajo el fuerte calor de la Meseta, sin apenas encontrar la sombra protectora de algún árbol.
Puso como ejemplo el páramo pelado que existe entre Carrión y Calzadilla de unos catorce kilómetros que exige el máximo esfuerzo.
De Sahagún a Mansilla también existen páramos aunque de menor distancia y tienen la sombra protectora de unos árboles que han plantado en su lado Sur.
El tramo de nuestra tierra lo consideraba como más serio, pues parece que el paisaje invita a hacerlo con gran meditación y recogimiento.
El tramo de Galicia como ya se acumula el cansancio, se toman algún desahogo para evitarlo.
Con mucho agradecimiento nos dejó esta amplia dedicatoria:


"El Sr. Modesto, guardián de esta parroquia dedicada a Santo Tomás, es un fiel reflejo de la Castilla que atraviesa el Camino de Santiago. Camino hacia la puesta del Sol, como preludio del final de nuestras vidas. Gracias a personas como él hacen el Camino más benigno, más profundo para alcanzar lo que buscamos en este recorrido. Muchas gracias y buen Camino” Juan María.






















A primera hora pasó un matrimonio con su hijo y pusieron: "Somos de Vitoria-Gaztéiz. Hemos arrancado de Burgos y deseamos un buen viaje a todos". Lucio, Carmen y Michel.
Como les ví simpáticos creí me podrían aclarar el significado de Gazteiz que siempre va detrás del nombre de Vitoria.
Me dijeron que este nombre era el antiguo de esta población y cuando la invasión napoleónica consiguieron aquí muchas victorias contra el invasor. En honor a eso la llamaron Vitoria seguida de su nombre antiguo.
A medio día pasaron al cargo de un grupo de jóvenes franceses dos frailes de la orden menor de San Francisco.
Aunque sus hábitos estén hechos de un tejido un poco más liviano de los que usan sus hermanos de la Orden Mayor, en este tiempo de calor tiene que ser una mortificación añadida.
Rezaron en la iglesia unas preces y cómodamente sentados en los bancos que tenemos en el atrio, dieron buena cuenta de las viandas que con previsión traían.
Acabada la comida siguieron el Camino, bajo un sol de justicia, sin que los frailes se soltasen un solo botón de su penitencial hábito.
Como vi en ellos poca disposición a dejarnos una dedicatoria de recuerdo, respeté su parecer y tampoco les saqué una foto, que siempre hago bajo la libre disposición de los interesados.



















Sandra Laivez Garrido, administrativa igual que su marido, nos dejó esta dedicatoria de mucha enjundia “Todo iría mejor si nos exigieramos más a nosotros mismos y menos a los demás”























Llegaron al cerrar tres ciclistas gallegos y me dejaron su nombre y profesión. Pablo se dedica a la automoción, Jorge es estudiante y Leguis es autónomo y escribieron:"Pasamos por Moratinos con un grato recuerdo.”
Como veis las profesiones son variadísimas y el anhelo de llegar a Santiago les impregna a todos.













domingo, 14 de agosto de 2011

PEREGRINOS CON AGUANTE










Desde el día de San Lorenzo hemos tenido unos días de fuerte calor,que a los peregrinos les ha supuesto un punto más de sacrificio en el recorrido de este Camino, que de por sí requiere ya mucha entrega.

De los muchos catalanes que pasan algunos firman dedicatorias muy buenas como esta:

“Gran Camino este. Te hace soñar con lo imposible y lo consigues. Cada día es una experiencia con la cual aprendes algo nuevo. Con sus gentes, lugares y paisajes. Ánimo a todo peregrino y gentes del Camino” Un abrazo de Miguel (Badalona).

Pasó acompañado de un perrito muy fiel, con el que dijo tenía problemas para alojarse en algún albergue.
















Luego pasaron dos ciclistas catalanes . Uno se llamaba Ignacio y se dedicaba al comercio. Contaba que en esta profesión no se coge gente nueva y la que subsiste no sabía lo que pudiera durar, pues la gente compra menos debido a la crisis.

El otro se llamaba Enrique, frigorista de diecinueve años. También se lamentaba de que la vida de los electrodomésticos se alargaba más de lo normal. No le importaría establecerse en un pueblo como este y atender a su clientela en los pueblos importantes de esta zona.

Ambos comentaban lo crudo que la juventud lo tiene, tanto en las capitales como en los pueblos.

















Estando en esto se nos añadió un ciclista ya mayor que nos preguntó cómo iba la Bolsa. Se ve que cuando hacen el Camino se abstraen de todo y cuando tienen ocasión les gusta enterarse. Opinaba que con esta brusca caída podríamos entrar en una nueva depresión. Los serios disturbios de Londres no podían traer nada bueno, pues se ha extendido por muchas partes del mundo un descontento muy difícil de aplacar.

Decía también que tratar de ayudar a una nación endeudándola más era pan para hoy y hambre para mañana. No encontraba otra solución que tratar de ahorrar eliminando muchos puestos burocráticos inútiles y rebajar los grandes sueldos que disfrutan.

Se debía acomodar todo el mundo a la nueva era de austeridad que se avecina, olvidando la época de vacas gordas que hemos disfrutado.

Los tres se lamentaban del gran mercantilismo que se ha montado por todo el Camino, con la red de albergues y demás organismos hospitaleros.

















Por la tarde pasó una familia ciclista checa con dos hijos muy pequeños, que agradecieron el fresco de nuestra iglesia para mitigar el gran calor que traían.

Estos dos casi niños, recorriendo estos resecos campos en bici, demuestra la buena intención de sus padres, que quieren inculcar en sus hijos el espíritu de sacrificio. Como no conozco su idioma observé una escena muy edificante.

Sus padres, para que bebieran algo, les dieron tan sólo un envase de refresco. Con un juego de manos muy rápido y bonito, estos buenos hermanos echaron a suertes para ver quién bebía primero y alternándose con orden acabaron el envase.

El más pequeño, con gran agilidad, le dio a este una patada contra el suelo para que menguara de tamaño y se fue a echarlo al contenedor de la basura, con el beneplácito de sus padres.

















Saqué luego una foto a una chica joven por lo original de su vestimenta. Portaba en sus manos los útiles bastones del peregrino y demás correajes. Tocaba su cabeza con un turbante parecido al que usan los Saharauis, cuyo remate caía con elegancia sobre su hombro izquierdo, contrastando su color rojo con el blanco de su vestido.

Como buena peregrina invitó a otra joven a que compartiera la foto.

Al caer la tarde esto se inundó con un grupo de veinte ciclistas checos. Por sus modernas y bien dotadas bicis, parece que en esa nación está bien montada esa industria.

También dieron muestras de su acendrada fe católica rezando en la iglesia todos en alto un buen rato.

Como la afluencia de peregrinos parece que va en aumento, en este cuarto día de mi turno dejaron su firma en el libro casi sesenta peregrinos.

martes, 9 de agosto de 2011

ELECCIÓN DE NOMBRES

Elegir el nombre de los recién nacidos ha tenido siempre sus más y sus menos, pues cada familia de los abuelos siente predilección por alguno que haya tenido especial relevancia en ella.

A veces los padres se ven en una verdadera disyuntiva para quedar bien con ambas opiniones. Muchas veces tienen que hacer valer el derecho indiscutible que tienen.



















Ha refrescado mi memoria sobre esto, la llegada como turista visitando nuestra iglesia de una señora de 84 años, por tanto quinta mía, que nació en San Nicolás padeciendo en primera persona este problema.

Su padre, natural de Moratinos, con el asentimiento de su familia puso a la niña Zulima, nombre muy sonoro y bonito. Además dicen que tiene el ascendiente de haberlo llevado una princesa árabe.

Pero mira por cuanto, a su abuela materna de San Nicolás este nombre no la gustaba nada, pues decía que era nombre apropiado para gatos y otros animales domésticos.

Aferrada a las costumbres de entonces, cuando confirmó a la niña la puso María. Como formula transitoria actualmente se la llama Maruja.


Esta discrepancia familiar fue la comidilla de las solanas en ambos pueblos. Recuerdo con vergüenza la maldad que teníamos toda la chiquillería de San Nicolás repitiendo el dichoso nombre, sólo porsadismo de hacer rabiar a su abuela.

Como sucede en casi todos estos casos, el tiempo y el amor mutuo del as familias lo va olvidando y compensando con más cariño al que lo ha sufrido en su niñez.

Como esta señora se estableció en Galicia y tuvo felizmente once hijos, estos han querido premiar a la fundadora de esta prolífica familia poniendo Zulima a una biznieta.

Una hermana de la madre que no tuvo familia, olvidándolo todo,volcó todo su cariño en otros hijos de su hermana, especialmente en el más pequeño, que pasó su niñez en San Nicolás. Recordando viejos tiempos con esta señora pasamos la mañana muy entretenida.

Por la tarde pasaron dos peregrinos que se habían conocido en el Camino.




















Uno se llamaba Víctor, de Pamplona, aficionado a la poesía. Creyendo que estaba en San Nicolás nos dejó este buen pareado: “Por San Nicolás hemos pasado y buen Camino nos ha costado” También nos dijo que pertenecía a la mayor empresa que hoy tiene España, es decir, a la de los parados.

Su compañero Ernesto, de Nápoles, comentó que ejercía de abogado en esta ciudad.


Una ciclista muy simpática nos dejó esto: "Hacer el Camino está siendo una gran experiencia, me gustaría repetirlo en el futuro porque merece la pena.”


Otra ciclista acompañada por tres compañeros escribió: "Este Camino está siendo muy especial por la compañía, aunque como todo buen Camino, hay manifestaciones de todo tipo. Esperando que hasta Santiago sea todo igual de bueno. Gracias por su amabilidad.”


Me encanta transcribir estas dedicatorias por lo espontáneas y sinceras que son, siendo refrendadas voluntariamente por sus autores en el libro de firmas que llevamos al día, desde la apertura de nuestra iglesia.

OFICIOS MANUALES





















Como peregrinos pasan de todas las clases sociales, hoy tocó llegar a dos artesanos. Juan Carlos Marina de Paracuellos del Jarama y de ascendencia castellana. Me agradó que el patrono de su pueblo coincidiera con el del mío, pues se trata de San Nicolás de Bari, obispo de Mira.

Ebanista es su profesión y constituye para él un verdadero hobby el trabajar la madera. Hablamos sobre los muchos que escogen esta profesión con verdadero amor y dedicación, como la tuvo en mi familia un tío carnal, que la cultivó durante toda su vida.

También me habló de que el nombre compuesto de Juan Carlos no le gustaba por ser el propio del Rey y que aceptaba mejor cualquiera de los dos por separado. En el libro de firmas puso: “Con cariño a este pueblo.”


A Francesca, italiana de Trento, la gustó mucho nuestra pequeña iglesia y escribió: “Gracias al buen Camino de la vida.”


He podido apreciar en los días que he estado aquí, que los peregrinos que pasan por la tarde se toman el Camino con más filosofía y no van tan precipitados como los que pasan por la mañana. Acaso esto se deba a los que por la tarde llevan recorridos muchos kilómetros y un buen descanso, disfrutando de este frescor del portal de la iglesia, les sienta de maravilla.


En estas circunstancias llegaron sudorosos dos ciclistas catalanes. Uno de ellos se llama José Velasco y es fresador de profesión en Manresa.



















Trató de explicarme la pequeñez de la micra que es, la millonésima parte de un metro. Con esta medida tan insignificante, me contaba, tienen que trabajar y en muchas piezas nos les admiten más de una micra de tolerancia.

Una prueba muy difícil que tienen que pasar es el planificar dos placas de metal con tolerancia cero, pues al juntarlas tienen que hacer frente a la ley de la gravedad y permanecer juntas sin separarse.

En esta zona de Campos ha habido buenos artesanos en esta modalidad. Recuerdo que en una ocasión un piñón de la caja de cambios de la cosechadora se me rompió. Como la marca de la cosechadora era alemana salía más económico y rápido hacerlo aquí, cosa que no resultó tan difícil como creía pues se acopló perfectamente con los demás piñones.











Esto se debió a que en Carrión había un artesano, que de sus principios de herrero, pasó a ser un especialista en toda clase de trabajos de fresa y torno.

¡Con qué fruición recuerdo verle pasear entre los muchos tornos que tenía montados, siempre con el calibre en las manos, comprobando la labor de muchos jóvenes a los que sacó como verdaderos especialistas!

En casi todos los pueblos de alguna importancia de esta comarca había un herrero para arreglar la maquinaria agrícola que entonces empezaba a usarse. Algunos con mucha ilusión y buscando su perfección se convertían en verdaderos artistas del hierro como lo demuestra la admirable forja de muchas rejas antiguas que adornan nuestros balcones, iglesias y catedrales.





















También quiero contaros la hazaña que hizo un herrero de Sahagún, que se convirtió en el mejor constructor de prensas hidráulicas.

Empezó con pequeñas prensas para paja y lúpulo. Como este cultivo era muy floreciente en la ribera del Orbigo le encargaron hacer una gran prensa para hacer pacas para la exportación. Este gran artesano diseñó la prensa pedida y como los tornos que tenía eran pequeños, encargó la construcción de dos cilindros a la fábrica de cañones de Toledo.

Fue todo un espectáculo comarcal ver a este buen señor montar en el patio de su fragua tamaña prensa.

Cuando los émbolos llegaban a su posición superior, su altura sobrepasaba las construcciones lindantes. Después de probarla concienzudamente tuvo que desmontarla para su traslado a Veguellina.

Cuando allí la probó, cuentan que acudieron gran cantidad de ingenieros y mecánicos, que estaban intrigados por saber quién la pondría en marcha. Pero este no fue otro que nuestro héroe, que sin darle importancia y vistiendo el clásico mono azul puso en funcionamiento la prensa ante el asombro de todos los técnicos.


Debemos estar orgullosos del comportamiento de estos hombres, que con su trabajo y dedicación lograron hacer grandes obras.


También debemos imitar la solidaridad de muchos peregrinos, que sin conocerse, afrontan juntos las fatigas del Camino.


Esta última pareja de la que os he hablado lo demuestra y en cambio en sus dedicatorias denotan su diferencia de carácter. José junta en su dedicatoria a toda su familia, amigos y al club ciclista Balconada.



















En cambio su compañero de ruta y foto Lauren también catalán nos dejó, además de su correo electrónico esta virtuosa dedicatoria: “Para todo lo que me da fuerza de llegar a mi destino y tomar todas las decisiones rectas”.