sábado, 18 de mayo de 2013

SAN ISIDRO 2013







 El pasado 15 de Mayo se celebró en Moratinos la fiesta de San Isidro con las costumbres y celebraciones que por su continuación se van haciendo tradicionales.

La víspera, como las grandes celebraciones, hubo cohetes para anunciar la fiesta. A las 11, con un derroche de sacrificio, nuestro buen cura D. Santiago nos dijo la misa y la bendición de campos, sacando en procesión  a nuestro patrono, con acompañamiento del pendón.









A continuación en el centro social del pueblo se celebró el preceptivo refresco, que otros años se hacía en la plaza, cuando el tiempo no amenazaba lluvia como ocurría en este. Con la colaboración de los tres establecimientos hoteleros que tenemos resultó muy abundante y variado, contribuyendo a pasar un buen rato de convivencia tan necesaria en estos pueblos.

El continuo paso de peregrinos contribuye también a animar el acto. Este año, guiados por el ambiente bullicioso del centro, acudieron a él participando lo mismo que otros años en plena plaza.



 La atracción principal en este caso fue una peregrina que llevaba su ajuar sobre un burro muy particular. Tenía el pelo a corros blancos y negros como las vacas holandesas, cosa que ninguno habíamos visto, convirtiéndose en una novedad y objetivo de muchas fotos.

El aspecto del campo es prometedor, pues con las lluvias muy suaves que han caído en estos 30 días los cereales están muy buenos, las cebadas ya están espigadas con bastante adelanto, pues en los años corrientes había que buscar alguna mata de cebada espigada para ponérsela al Santo.




 La siembra de primavera, que ahora se reduce casi al girasol, está naciendo bien. Si en el verano lloviera un par de veces, cosa algo problemático en esta región, se puede lograr una buena cosecha de esta oleaginosa, que por tener múltiples aplicaciones, estos últimos años ha tenido bastante buena aceptación en el mercado.

Como en el campo siempre sucede lo inesperado el día de San Marcos nos propinó una helada nocturna, que se ha llevado por delante la cosecha de los nogales, las brevas de las higueras y los ciruelos, que como estaban adelantados sufrieron más los efectos de la helada.






 Los manzanos, perales y las parras se han librado de esta por estar más atrasados, pero no están exentos de que una helada tardía les afecte.

En cierta ocasión me comentaba un cultivador de frutales, que la naturaleza nos había dado en esta región “un buen suelo” pero “un mal cielo” por lo que estos cultivos han ido casi desapareciendo. Para librar a la fruta de estas tradicionales heladas tardías tenían que gastar mucha preocupación y dinero en proteger con fuertes humaredas la salida nefasta del sol naciente, aunque muchas veces se hacían inútiles por la continuación de las heladas.






 Los métodos tradiciones para combatir la helada son tan variados como faltos de eficacia.

Un año que tenía todos los árboles de la huerta en floración me tomé la molestia de levantarme antes de la salida del sol, y termómetro en mano comprobé que la temperatura descendía de cero grados.

Me habían dicho que rociando con agua los frutales el hielo resultante les defendía de la helada, cosa que pongo en duda pues yo no logré más que una soberana mojadura al intentar regar con la manguera los altos frutales.

Otros ponen colgando de las ramas vasijas llenas de agua y otros cantos rodados entre los troncos, pero el resultado es más sicológico que real.

Debemos conformarnos con aprovechar la fertilidad del buen terreno que tenemos para cultivos más adaptados y seguros, y dejemos que otras regiones que tienen buen clima lo aprovechen para los cultivos de fruta.    

         

viernes, 10 de mayo de 2013

ABUNDANCIA DE PEREGRINOS



A los que vivimos junto al Camino de Santiago no deja de extrañarnos la cantidad ingente de peregrinos que este año están pasando, con un mes de adelanto sobre la campaña normal.

Se puede decir sin exagerar que pasan de cien peregrinos diarios de todas las nacionalidades y medios de locomoción, que con el mismo espíritu de siempre se dirigen a Santiago.

Si con el paso de la temporada este número sigue aumentando, a pesar de la depresión económica que padece toda Europa, nos da que pensar que además del componente religioso impulsor, puede entrar en pequeñas dosis el factor turístico, que muchos extranjeros dejan entrever visitando con avidez los muchos monumentos históricos que existen en esta zona, y en especial los que jalonan todo el Camino Santiago.



Aunque con el paso de los años nos hemos ido curando de espantos, no deja de admirarnos el espíritu de sacrificio que muchos padres se imponen trayendo con ellos hijos cada vez de menos años. Nos parece admirable ver lo contentos y alegres que acompañan a sus padres en esta difícil tarea.

Como ya he dicho en muchas ocasiones, este Camino de Santiago tiene algo de misterioso que por mucho que divaguemos no llegaremos nunca a entender,  pensando únicamente desde el punto de vista material al que estamos acostumbrados en nuestra vida cotidiana.

Todos los que tenemos el privilegio de vivir junto al Camino tenemos la obligación de atender las pocas necesidades que estos previsores peregrinos puedan tener. 

 Vienen equipados al completo, tanto los que pasan con bicicletas dotadas de los más modernos mecanismos, como los que pasan a pie cargados de unas mochilas muy bien pensadas para llevar todo lo más necesario y distribuido en prácticos departamentos para hacerlo accesible en cualquier necesidad.

Todo este aumento de peregrinos no debe ser aprovechado por la red de albergues, hostales, hoteles o restaurantes que viven del Camino para aumentar los precios y disminuir el buen trato. Al contrario, si piensan en su futuro deben esmerarse en el cuidado del peregrino, que contribuirá a que esta corriente aumente cada año y se aplaquen las pequeñas quejas que algún peregrino meticuloso sabe airear en los muchos medios de comunicación actuales.
 

 Si logramos entre todos conservar y aumentar esta tendencia, que según pasan los  años parece que va a más, lograremos también que para los pueblos del Camino pueda ser un pequeño revulsivo que demore la galopante despoblación que amenaza a estos pequeños pueblos.