sábado, 25 de enero de 2014

LOS DOS EXTREMOS

   

Con ocasión de poner en mi blog el nacimiento de Isabel hija de nuestro vecino Daniel, he recibido desde Argentina un comentario  que me ha impactado mucho y que he copiado directamente para reflexionar sobre él 
         
                 
Hada Isol ♥ dijo...
Aqui en Argentina hay familias muy numerosas,niños por todos lados,cuanto más pobres más hijos tienen, es más el gobierno te da un subsidio por embarazo asi que hay madres que hacen que sus nenas de 10 años se embaracen para recibir dinero,hasta en los lugares más duros como la alta montaña sobran niños,asi que leerte me ha mostrado una realidad ajena a la mía,aqui la preocupación es justamente la gran cantidad de niños desnutridos,que no van a recibir la educacion necesaria,cuyos padres los hacen trabajar desde pequeños y son un poco esquivos para llevarlos a la escuela.Es hermoso ver que un nacimiento se reciba con tanta dicha,y a la vez me sorprende que sea a unica bebé en el pueblo.Que hermoso es poder concoer la realidad de otras partes del mundo.Me ha gustado tu blog,Maripaz Brugos ha puesto un enlace en su facebook y vine aqui para ver de que se trataba,gratamente encantada con elblog.
13 de enero de 2014, 18:42
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 Ya veis qué dos extremos tan pronunciados en tocante a natalidad, y como siempre lo más conveniente sería un termino medio. Este estado de cosas parece muy difícil de lograr, pues en otros aspectos de la vida tampoco se consigue.
 Aquí antes con una natalidad media se lograba mantener la población en un nivel estable, aunque en los años cincuenta y sesenta también se implantó el subsidio familiar y la ayuda a las familias numerosas.


Con estas medidas el Estado estimaba que se podía llegar al desarrollo pleno de España cuando llegáramos a tener cuarenta millones de habitantes, con lo que se logró el gran avance industrial y la mejora del nivel de vida.
 Puede que en Argentina quieran lograr algo parecido, pues, dada la gran extensión que tienen deshabitada, quieran aumentar la población, que sería un buen complemento de sus inmensas riquezas.
Según vimos en nuestra visita a Buenos Aires el problema que tienen es que la mayoría de la población está concentrada en cuatro o cinco poblaciones. Si no logran que esta corriente se cambie este aumento de población puede resultar contraproducente.




Este método de primar los embarazos es muy radical e inhumano, pues por una subvención no se puede estimular a que las casi niñas se conviertan en madres prematuras.
 Este comportamiento de los padres indica el bajo nivel que tienen, agravado por la certeza de que no les puedan dar una enseñanza elemental para que las nuevas generaciones vayan superando el raquítico nivel de cultura de sus padres.
 Este planteamiento puede llevarnos a la superpoblación como pasó en China, que para frenarla tuvieron que prohibir a los matrimonios tener más de un hijo durante muchos años.



En estos vaivenes de la natalidad puede ser la mujer la más perjudicada ya que no es bueno tanto la escasez de nacimientos que nos aflige, como el desmadre que existe en amplias zonas del mundo.
 En las jóvenes parejas se quiere implantar la crianza compartida, pero los hombres, por mucha voluntad que pongamos, nunca podremos igualar a la mujer, pues la condición de ser madre lleva aparejada un instinto natural para la crianza de los hijos, por más que el planteamiento moderno quiera igualarnos. En esta como en otras fases de la vida la sabia naturaleza nos ha dotado de genes diferentes y complementarios para que la vida en pareja sea la más armoniosa y placentera posible.

A ninguna mujer la hace falta que la enseñen a ser madre, y seguro que las madres tan jóvenes que relata el correo saben cuidar a sus hijos lo mismo que las de más edad.
 Estas ideas cuando las expongo en cualquier reunión en especial si abundan las mujeres, enseguida me tildan de machista sin saber razonarlas, y no son capaces de admitir la pura realidad, que al final siempre se impone.
Días pasados viendo el programa de televisión “Doce mujeres sin piedad” le tocó el turno al célebre periodista y escritor Carrascal, al que también tildaron casi de machista. Pero él, con la gran veteranía e inteligencia que tiene, supo rebatírselo con unas imágenes y frases tan bellas que no me resisto a contarlas.


Al tratar si los hombres tenían que ayudar en las faenas de cocina decía: Que en su familia los hombres jóvenes que querían participar parecían zánganos zumbando alrededor de la reina madre, que les mandaba haz esto o traedme lo otro pero nada más, y si se comprometían a hacer algún pinito lograban solo ensuciar la cocina y romper algún plato.
También recordaba a su madre que fue maestra, y además de cumplir con su profesión, supo llevar la casa y atender a los tres varones que formaban la familia.
 Con esto no pretendo radicalizar mi postura frente a la corriente de la gente joven, sino únicamente que se llegue a un entendimiento para que los términos machista y feminista vayan perdiendo ese tono agresivo que ahora tienen.
 Sé que mi postura está influenciada por los muchos años que tengo, y comprendo que la actual vida moderna ha impuesto otros métodos diferentes a los que tenemos que dar paso, si queremos que la convivencia entre generaciones sea efectiva

sábado, 11 de enero de 2014

REGALO DE LOS REYES EN MORATINOS




En esta fiesta de regalos, nuestro vecino Daniel nos ha dado la gran sorpresa presentándonos a su hija Isabel, con el consiguiente alborozo de todo el pueblo.
Gran necesidad tenía este pueblo de tener niños que se criaran aquí, pues nada menos que han pasado 35 años sin haber nacido ninguno.



Aunque esta niña se ha logrado con métodos modernos, no quita un ápice del mérito que merece su padre, al que felicitamos y damos las gracias por su decisión en asegurar el principio de lo que puede ser el porvenir del pueblo.
Siempre se dijo que un pueblo sin niños es un pueblo muerto, de lo que damos fe, pues la gran mayoría estamos ya jubilados y algunos, como en mi caso, con un montón de años a la espalda.


Por eso es apremiante que cunda el ejemplo de Daniel y se asienten aquí parejas jóvenes que den nueva savia al ambiente mortecino que nos invade.
Desde hace ya muchos años escribo sobre esto, considerando este problema de la baja natalidad como el mayor que afecta a muchos pueblos pequeños de amplias zonas de España. 
Con la emigración de los pasados años se fueron los jóvenes propiciando un enorme vacío difícil de llenar.
El Gobierno no toma medidas eficaces para conseguirlo, pues aunque reconozco su dificultad, cuando ha puesto verdadero interés en ello, ha poblado zonas muy deprimidas trasladando familias de un lugar a otro.


Así sucedió cuando llevó de la zona del páramo leonés, muy pobre entonces, un grupo de familias a las Alpujarras en Granada que estaba medio despoblada, consiguiendo revitalizarla.
Otro ejemplo fue en Almería donde con gente joven de otras regiones consiguió con los cultivos bajo plástico un emporio de riqueza no igualado en ninguna otra. 
El testigo de este gran progreso es El Ejido que, como núcleo central de esta zona, es donde existe la mayor concentración de bancos de toda España, atraídos por el olor del dinero que allí se genera.

Por parecida causa allí también se reúnen  una gran concentración de urbanizaciones de gran lujo como no he visto en ningún otro sitio pues disfrutan de la vida al máximo practicando muchos deportes, en especial los campos de golf.
Es tal el nivel de refinamiento que allí existe, que para no aburrirse jugando en los mismos campos mucho tiempo, cada dos o tres años gastando mucho dinero, ponen las pistas patas arriba para cambiar su diseño y la colocación de los hoyos.
Que gran contraste produce este dispendio en comparación con los antiguos habitantes almerienses que tenían que aguantar el hiriente mote de “legañosos” debido a que su suelo era tan pobre que casi no producía más que el esparto. Planta esta que en sus largas hojas absorbe el salitre del mar, y cuando lo cosechaban se desprendía y hacía polvo a sus castigados ojos.
Sería ocioso que siguiera detallando otras muchas zonas de España donde el intercambio de población dio muy buenos resultados. 
No acierto a comprender por qué el Estado no aplica alguna gestión para descongestionar las zonas industriales más pobladas, y apoya el traslado de alguna de ellas a las cabeceras de la zona centro, que sirvieran de atracción de los jóvenes en paro, para que no tengan que emigrar al extranjero.
No sé qué extraña maldición pesa sobre esta zona para que fracasen las pocas empresas que lo intentan, a pesar de que alguna parecía viable.
Sé que es muy difícil luchar contra la corriente mundial, de que la gente se amontona en los grandes núcleos urbanos, dejando despobladas extensas zonas. Pero creo que si se sabe aprovechar la riqueza natural que estas tienen, se lograría un equilibrio beneficioso para todos, como se ha demostrado sobradamente en los dos casos aquí comentados.