lunes, 15 de septiembre de 2014

CIERRE DE LA TEMPORADA 2014



Aunque no pensaba escribir más de peregrinos, no he podido por menos de hacerlo pues mi último día de turno: 9-9-14 llegaron una pareja de peregrinos madrileños que al verme leyendo un libro para matar el tiempo que algunas veces se hace monótono por falta de peregrinos.
Raul y Maria José se declararon adictos a la lectura y como tales ya habían leido el libro que yo leía, titulado "Ángeles Custodios” de Almudena de Arteaga.



Comentamos su contenido y coincidimos en que a pesar de que el rey Carlos IV gobernaba entregándose a la opinión de sus ministros, tuvo un destello muy hermoso sufragando los gastos de una expedición a América para que implantaran en ella la vacuna contra la viruela inventada recientemente en España.
Como el pus que manaba de las ubres de las vacas, principio activo de esta vacuna, debido al largo viaje y la escasez de medios de conservación llegaba siempre seco y privado de sus propiedades de vacuna, se tuvo la buena idea para que este pus llegara vivo, tenía que ser traspasado durante la travesía de un niño a otro.
A esta benéfica obra se dedicaron el Dr Balmis y una monja llamada Isabel del hospicio de la Coruña, que después de muchas peripecias, singularmente narradas por la autora, lograron llevar a América el pus fresco con el que se acabó el azote de la viruela.



Me dijeron que les gustó mucho la lectura de este libro así como otros varios que comentamos llegando a la obra de nuestro gran escritor Miguel Delibes.
Como los tres habíamos leído su amplia obra, nos permitimos algún comentario y lamentamos su falta pues pocos como él escribió  nada que se pareciera a su estilo austero, pero vibrante en expresiones y modo de contar las cosas.
Preguntándome cuantos habitantes éramos en el pueblo les dije que veinticuatro. No se extrañaron pues me dijeron que habían estado en un pueblo cerca de Cervera que no tenía más que dos y se llevaban a matar, pues el uno quemó la casa del otro.

Esto nos hizo recordar la novela de Delibes “El disputado voto del señor Cayo” en la que desarrolla su buen conocimiento del alma de los habitantes de esta región con sus costumbres, manera de expresarse y sus vicios y virtudes.
Más como en este país nos domina la envidia no faltaron autores que tacharon su obra de ramplona, pues decían que no sabia escribir más que de caza y las privaciones que la gente pobre sufría con resignación.
Esta última aseveración me parece falsa pues en la novela “Los santos inocentes” puede el lector comprobar el trágico y vengativo final que tuvo.         
Dispuesto a acabar con este san benito Delibes empleó tres años en escribir su buena novela “El hereje” demostrando que sabía escribir de otras muchas materias.
Todas sus obras siguen siendo muy apreciadas por su aporte en los años venideros y muy ejemplares para las nuevas generaciones que pueden conocer muy bien la vida de sus antepasados.
Muy satisfechos con nuestra charla emprendieron de nuevo el Camino dejándonos su foto y dedicatoria


“ Raul y María José haciendo el Camino de Santiago pasamos por Moratinos y llevamos tres días empezando este año desde Frómista con la intención de andar diez días y llegar hasta donde el cuerpo aguante.
Venimos de Madrid y llevamos tres años andando desde Somport.
Sirvan estas pocas líneas como recuerdo de este pueblo.
Raul y María José"

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